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10.11.08

Lectura recomendada del día

El día de hoy Eslavos del sur les trae un interesante artículo intitulado "Poor Marlise: Her Old Allies Are Now Attacking the Tribunal and Even Portraying the Serbs as Victims", autoría de Edward S. Herman, publicado para el portal de internet ZNet, traducida al español por Germán Leyens y aparecido en el portal Semanario Serbio.

Ojalá lo disfruten!

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Pobre Marlise: Sus aliados antiguos ahora atacan el Tribunal e incluso retratan a los serbios como víctimas
Edward S. Herman
Traducido del inglés por Germán Leyens

30 de Octubre, 2008

Marlise Simons, la principal periodista del New York Times en el juicio de Milosevic y en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (ICTY), ha vivido un año difícil. Tal vez lo más doloroso fue la revelación de que en 1999, el ELK albano de Kosovo envió a casi 300 prisioneros serbios a Albania para ser asesinados y para que se “cosecharan” sus órganos internos para venderlos en el extranjero, algo apenas mencionado en el New York Times (vea a continuación). Me sentí extremadamente tentado de escribir a Marlise Simons y ofrecerle mis condolencias: “Marlise, si los malos en esta historia fueran serbios, ¡qué maravilloso artículo de primera plana habrías presentado!”

Ella y su periódico tuvieron un golpe de fortuna con el arresto del antiguo líder bosnio serbio Radovan Karadzic y su transferencia a La Haya para ser procesado en julio (18-21), lo que fue aprovechado al máximo con nueve artículos firmados por Simons, cobertura multi-días en portada, una serie de fotos de familiares de víctimas acongojadas (o celebrando la captura), y la usual ausencia total de todo contexto crítico sobre la historia bosnia o la naturaleza y los antecedentes del ICTY. (Para un análisis del lamentable historial de Simons y de sus antecedentes sobre los temas en cuestión, vea Herman y Peterson, "Marlise Simons on the Yugoslavia Tribunal: A Case Study in Total Propaganda Service," ZNet, marzo de 2004; para buenos estudios sobre el papel del ICTY: John Laughland: “Travesty” [Pluto: 2007].y Michael Mandel: “How America Gets Away With Murder” [Pluto: 2004]; para un análisis más amplio de los temas: Herman y Peterson: "The Dismantling of Yugoslavia: A Study in inhumanitarian intervention – and a Western liberal left intellectual and moral collapse," Monthly Review, octubre de 2007).

Simons y el Times se han ajustado de cerca a la narrativa de los círculos gobernantes sobre los temas involucrados en las guerras y en el desmantelamiento de Yugoslavia, incluyendo la dicotomía del bien y del mal, una satanización permanente del mal (los serbios), la credulidad, la supresión de hechos inconvenientes, y un extremo elogio del trabajo del ICTY. Simons hizo un artículo muy lisonjero sobre la fiscal del ICTY, Carla Del Ponte en 2002 ("The Saturday Profile: On War Criminals' Trail, an Unflagging Hunter," New York Times, 9 de febrero de 2002), y durante todo el juicio de Milosevic, Simons informó casi a diario sobre las afirmaciones de Del Ponte (y las de su asociada de relaciones públicas, Florence Hartmann), sin la menor señal de escepticismo. (Les ayudó el hecho de que simplemente ignoraron algunos de los actos y declaraciones más insignes de Del Ponte, como ser sus pedidos de apoyo público para el ICTY haciendo enérgicas afirmaciones públicas sobre la culpa de los procesados, y su declaración de que no encausaría los presuntos crímenes de guerra de la OTAN al bombardear Serbia, porque acepta la palabra de la OTAN que alega que no hicieron nada ilegal – se mostró “muy conforme con que no hubo ataques deliberados contra civiles u objetivos militares ilegales por la OTAN durante la campaña de bombardeo”; los que ocurrieron fueron “auténticos errores.”)

Pero la antigua amiga de Simons, Del Ponte, ha escrito un libro, hasta ahora publicado sólo en Italia, intitulado “La Caccia: Io e i criminali di guerra” [La caza: yo y los criminales de guerra], escrito en colaboración con Chuck Sudetic, en el que se hacen varias afirmaciones dramáticas que constituirían valiosas noticias para un Periódico de Referencia. En primer lugar, afirma que presión de EE.UU. alejó al ICTY de criminales de guerra croatas, musulmanes y kosovares, y que la no-cooperación de la OTAN y la dependencia de la OTAN del ICTY para “el resto del trabajo del Tribunal” (es decir procesar a serbios) hizo que toda investigación y acusación de funcionarios de la OTAN fuera políticamente imposible. Su hipocresía y auto-engaño al respecto son masivos, pero sigue siendo interesante ver como ella admite ahora la base política del trabajo permisible del ICTY. Simons y el Times nunca han explorado este aspecto crucial, y ciertamente nunca hicieron una reseña de los libros de John Laughland y Michael Mandel que discuten en detalle los temas involucrados. (“Travesty” de Laughland demuestra a plenitud la corrupción del procedimiento judicial por el ICTY; Mandel, en “How America Gets Away With Murder” muestra de manera convincente que el ICTY fue un brazo político de la OTAN y fue planeado para facilitar la guerra, no la paz – o la justicia).

Más espectacular que su admisión de la politización, Del Ponte informa en su libro de lo antes mencionado – que el ELK albano de Kosovo estuvo involucrado en un programa de envío de serbios, sobre todo de civiles capturados, a un sitio en Albania en el que “doctores extrajeron los órganos internos de los cautivos,” que fueron enviados para ser vendidos. Calcula que 300 serbios secuestrados fueron tratados de esa manera. (Para una traducción parcial, no autorizada, del informe de Del Ponte, vea Harry de Quetteville: "Serb prisoners were stripped of their organs in Kosovo war," Daily Telegraph, 11 de abril de 2008). Ocurrió precisamente mientras las fuerzas de la ONU y de la OTAN eran desplegadas en Kosovo, cuando la guerra de “intervención humanitaria” estaba terminando en 1999. Human Rights Watch ha encontrado “afirmaciones serias y verosímiles” del tema de la extracción y venta de órganos en una serie de informes, pero Del Ponte afirma que de nuevo en este caso, como en los posibles crímenes de guerra de la OTAN, fue difícil iniciar una investigación y un proceso serio al respecto. El New York Times ha mencionado sólo una vez esta acusación, en una sola frase oculta profundamente en un artículo sobre otro tema, en el que la acusación es descartada con desdén por el terrorista del ELK y alto funcionario albano en Kosovo, Ramush Haradinaj (Dan Bilefsky, "Ex-Soldier May Go From The Hague's Docket to Kosovo's Ballot," New York Times, 12 de julio de 2008).

El rechazo del caso contra Haradinaj por el ICTY, así como el del dirigente musulmán bosnio Naser Oric, también presentó un problema para los defensores del ICTY como empresa independiente y auténticamente judicial, con el resultado de que fueron mantenidos virtualmente fuera de la vista del público en el mismo período en el que el caso Karadzic obtuvo inmensa publicidad. Haradinaj había sido acusado y llevado a La Haya en 2005, pero se le permitió que volviera a Kosovo para hacer campaña para un alto puesto ¡a pesar de ser un criminal de guerra bajo acusación! Fue durante el mismo período en el que se negó permiso al extremadamente enfermo Milosevic para que fuera a Moscú a recibir tratamiento médico, con una garantía rusa de retorno. (Murió en prisión dos semanas después de esa negativa de atención médica del ICTY.) Tanto Haradinaj como Oric fueron no sólo dirigentes de organizaciones que mataron a numerosos civiles serbios, en contraste con Karadzic y Milosevic, ambos fueron asesinos participativos, lo que aumentaba la probabilidad de que un tribunal imparcial los hubiera condenado a largas sentencias de prisión.

Haradinaj fue líder de los Águilas Negras, que secuestraron y asesinaron a cientos de serbios y albanos kosovares que cooperaron con Serbia, pero fue declarado no culpable de todas las acusaciones – Bilefsky menciona que “abogados y jueces en el tribunal se quejaron de que la intimidación de testigos fue generalizada,” pero no menciona que una serie de testigos potenciales contra Haradinaj fueron asesinados, y no señala que, una vez más, los jueces del ICTY no encontraron culpa basada en una “empresa criminal conjunta” en el proceso de un no-serbio. Ese concepto, originado en el ICTY, se limita aparentemente al uso contra la población blanco del ICTY y de la OTAN.

El caso Oric es aún más interesante porque se vanaglorió públicamente de su participación en la masacre de serbios del área de Srebrenica ante el periodista del
Toronto Star canadiense, Bill Schiller, y el periodista del Washington Post, John Pomfret, y mostró a ambos vídeos de algunas de sus víctimas serbias. (Schiller, "Fearsome Muslim Warlord Eludes Bosnian Serb Forces," Toronto Star, 16 de julio de 1995; Pomfret, "Weapons, Cash and Chaos Lend Clout to Srebrenica's Tough Guy," Washington Post, 16 de febrero de 1994.) Aunque existía ese tipo de evidencia, y aunque Oric afirmó abiertamente ante Schiller que había participado en la matanza de 114 serbios en un solo episodio, el ICTY tardó hasta 2003 en acusarlo, y entonces fue acusado por sólo seis asesinatos realizados entre septiembre de 1992 y marzo de 1993, no por él, sino por sus subordinados. La implicación de que no haya sido responsable por asesinatos después de marzo de 1993, cuando Srebrenica fue un “área segura” en abril de 1993, es contraria a hechos bien establecidos.

Más recientemente, el bosnio musulmán Ibran Mustafic, quien había sido miembro del parlamento de Bosnia-Herzegovina y fue presidente del Consejo Ejecutivo de de la Asamblea Municipal de Srebrenica, publicó un libro: “Planirani haos” (Caos planificado), que suministra mucha evidencia en apoyo de la afirmación de que Oric “es un criminal de guerra” (palabras de Mustafic). Mustafic debía testificar en el juicio de Oric, pero posteriormente tuvo una discusión con la fiscalía, afirmando que no había acusado a Oric por sus verdaderos crímenes, y finalmente los jueces decidieron que no permitirían que testificara. Ni Schiller ni Pomfret fueron llamados como testigos ante el ICTY por el caso de Oric, y sus artículos no fueron incluidos en la evidencia. El general francés y ex comandante militar de la ONU en Bosnia, Philippe Morillon, quien había sido testigo de la acusación en el juicio Milosevic, había declarado entonces que los asesinatos de Srebrenica en julio de 1995, fueron una “reacción directa” a las masacres de Oric en años anteriores, y no fue llamado a testificar en el juicio de Oric.

Oric fue luego hallado culpable, no de matar a alguien sino de no haber controlado a sus subordinados, y fue liberado con sólo una sentencia de dos años, después de haber pasado tres años en La Haya. Esto fue seguido por otra decisión del tribunal ICTY que descartó su condena y su sentencia a dos años por prueba insuficiente del conocimiento de Oric de lo que hacían sus subordinados. El doble rasero respecto a la prueba de responsabilidad de comando y el alcance ridículamente limitado de la acusación original contra ese importante criminal de guerra confirma enteramente el papel del ICTY como instrumento político y que su proceso fue una “parodia.”
Exactamente como Marlise Simons ignoró a Naser Oric en años anteriores, en estos juicios de exoneración, la cobertura del Times se limitó a un breve anuncio el 4 de julio de 2008, tomado de Agence France Presse, " Bosnia: exoneran a ex comandante.” El libro y el testimonio de Ibran Mustafic, claro está, nunca fueron mencionados en el periódico.

Otro acontecimiento que Marlise Simons ha tenido que esquivar es la publicación en 2007 de un libro de Florence Hartmann: “Peace and Punishment,” que, como el libro de Del Ponte, acusa a las potencias occidentales de haber politizado el trabajo el ICTY, específicamente por haber bloqueado la captura y enjuiciamiento de Radovan Karadzic – una afirmación acorde con la afirmación de Karadzic de un trato con Richard Holbrooke. Aún más interesante es la afirmación de Hartmann de que cuando Del Ponte era fiscal del Tribunal Ruanda (ICTR), al que fue asignada junto con su servicio en el ICTY, EE.UU. le ordenó que abandonara todas las investigaciones y acusaciones contra el ejército tutsi y Paul Kagame, un cliente de EE.UU. Se negó y fue despedida. Anteriormente, cuando Louise Arbour era fiscal del ICTR, su personal encontró considerable evidencia de que Kagame y sus asociados habían organizado el derribo del avión del presidente hutu el 6 de abril de 1994, el acto que inició la escalada de asesinatos en Ruanda. Arbour había seguido órdenes de EE.UU. y cerrado la investigación. Del Ponte se negó a hacerlo y fue removida.

Ese hecho nunca fue mencionado por el New York Times cuando sucedió, y Marlise Simons y compañía no tienen la menor intención de otorgar actualmente alguna publicidad a la confirmación de esa importante historia de Hartmann. No corresponde a los prejuicios establecidos. Como he mencionado en otros sitios y a menudo, cuando se forma una fuerte línea oficial dentro del establishment de EE.UU., como en el caso tanto del desmantelamiento de la antigua Yugoslavia como en el de las matanzas en Ruanda, el New York Times coopera regularmente, con el resultado de que se conduce como agencia de propaganda del Estado de un modo similar al servicio de Pravda para las autoridades soviéticas. Así fue, por ejemplo, en el caso del inexistente complot búlgaro-KGB de 1981 para asesinar al Papa, del patrocinio de EE.UU. para los dictadores paquistaníes y en cuanto a la ayuda a Bin Laden y a la resistencia afgana antisoviética en los años ochenta, las amenazantes, pero inexistentes, “armas de destrucción masiva” de Sadam en 2003, la amenaza nuclear de Irán [carente de armas nucleares] en la actualidad, así como la falsa “intervención humanitaria” de la OTAN para encarar un inexistente “genocidio” serbio en Bosnia y Kosovo. Es un gran Periódico de Referencia, que ayuda a fabricar consenso para las políticas del Estado imperial cuyas referencias mantiene con un cuidado meticuloso y una selectividad cumplidora.

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17.10.08

El derrumbe del concepto de federación yugoslava, el renacimiento de nacionalismos extremos y el inicio del fin del sueño yugoslavo

La caída y el derrumbe catastróficos de lo que fue una economía yugoslava relativamente próspera y el final de uno de los programas de reforma económica más fructíferos en Europa del este -lo que colocaba a la nación como uno de los candidatos más probables del sudoriente europeo para ingresar a la Unión Europea-, fue uno de los golpes mortales a la coexistencia de las repúblicas y al sistema de mercado llamado ”socialismo de mercado autogestionado”.

A medida que el sistema se iba deteriorando, los líderes de las repúblicas empezaron a preocuparse cada vez más por los intereses de sus bases de poder: a representar a sus propias repúblicas contra el centro de la federación [Den95]. No se tuvo que dar un gran paso para llegar de esa simbiosis informal entre políticos comunistas locales e intereses de la localidad a un llamamiento abierto de esos mismos dirigentes comunistas al nacionalismo.

Esta convocatoria se basaba en la pretensión de que ellos, los comunistas, representaban eficazmente los intereses y las demandas nacionales, sobre todo contra las demandas nacionales rivales y contra el centro federal [Den95]. La versión popular y demagógica de esa política se podía reconocer en los actos de Slobodan Milošević. Los acontecimientos de Kosovo, de los que ya se había hablado en este blog aquí, pusieron a la dirigencia serbia en colisión inmediata, primero con Eslovenia y después con Croacia y los yugoslavos musulmanes. Poco a poco y utilizando el poder de la política de corte nacionalista, Slobodan Milošević sustituyó a los antiguos dirigentes de Kosovo, Vojvodina y Montenegro por aliados obedientes.

Esto cambió radicalmente el frágil equilibrio de poder dentro de la federación [Den95]. Serbia tenía entonces por primera vez desde la constitución yugoslava de 1974, cuatro de los ocho votos de la presidencia colectiva. Anteriormente, tanto Kosovo como Vojvodina votaban normalmente en contra de los intereses de la república socialista federativa de Serbia. En la práctica, la nueva correlación de fuerzas al interior de la presidencia colectiva se volvía intolerable para Eslovenia, Croacia y Macedonia, principalmente, porque también le dio a Serbia el veto sobre todas las decisiones federales.

Aquí me paree de primordial importancia lo que describe Josep Palau [Pa96], en el sentido de que las ideas y movimientos políticos dominantes en Serbia y entre las comunidades serbias de otras repúblicas, a finales de los años 80, contribuyeron a debilitar a Yugoslavia en la medida en que no pusieron el acento en la preservación a toda costa del estado federal yugoslavo como interés mayor del pueblo serbio. En el fondo, esa responsabilidad se puede definir como la ausencia de una estrategia: las élites serbias no sabían lo que querían a finales de los años 80. Por el contrario, en el caso de los eslovenos, croatas y albaneses -y sólo más tarde, musulmanes-, se habían perfilado y consolidado estrategias rupturistas muy sólidas, meditadas, consensuadas, consultadas en el exterior, con apoyos y garantías internacionales.

Se ha atribuido al nacionalismo serbio de finales de los 80, sigue Palau [Pa96], una vocación expansionista y dominadora. Se le ha proclamado ante el mundo entero como un nuevo fascismo, desestabilizador por esencia de los consensos pacíficos. Esta satanización ha sido una formidable operación de propaganda cuyo objetivo ha sido cubrir, exculpándolas, las operaciones secesionistas de sus oponentes. El nacionalismo serbio contemporáneo ha expresado un profundo malestar. Sintiéndose discriminado, su motivación básica no era el sometimiento de los otros, sino el aumento de sus cuotas de poder ante lo que consideraba una injusta distribución, ordenada por Tito a sus expensas. El malestar serbio cuajó a partir de la última constitución yugoslava, la de 1974, que debilitó extremadamente los poderes federales e introdujo, sin reconocerlo, rasgos de tipo confederal. Mientras se vacía el estado central, se acentúa, en aparente paradoja, el poder centralista en cada república, excepto precisamente en la de Serbia, la única que reconoce autonomías en las regiones de Kosovo y Metojia y Vojvodina [Pa96].

Eslovenia llevaba, al igual que Croacia, ya varios años clamando la injusticia del hecho que como repúblicas más desarrolladas e industrialmente más fructíferas tuvieran que soportar el lastre de la falta de desarrollo de las repúblicas del sur, sobretodo de Macedonia y Kosovo. Ello se veía venir desde la constitución de 1974 e iba aumentando con el tiempo.

Bogdan Denitch [Den95] escribe que no obstante, en Yugoslavia, la desafección nacionalista interna tuvo bastante ayuda del exterior. La amarga ironía es que Alemania y Austria fueron los principales promotores de la destrucción formal de las dos Yugoslavias. Hubiera sido de esperarse que un mínimo de memoria histórica por la responsabilidad alemana en los horrores genocidas de la Segunda Guerra Mundial, hubieran vuelto a los estados alemanes ahora democráticos extraprecavidos en la injerencia en los asuntos yugoslavos. Lamentablemente, la defunción rápida de la segunda Yugoslavia fue posible por la insistencia implacable y sin precedentes de Alemania y Austria, en contra del consejo de gran parte de la Comunidad Europea y de Estados Unidos, en el reconocimiento incondicional y acelerado de los estados secesionistas de Croacia y Eslovenia; acompañado por asesorías minuciosas a los gobiernos de estas dos repúblicas en el campo de la economía que daban instrucción acerca de la inviabilidad de su sobrevivencia económica como parte de la federación [Den95, p. 60-61].

Acerca del tema comenta en el mismo sentido Josep Palau [Pa96], diciendo que tan alta contribución -del mundo occidental, vencedor de la Guerra Fría- a la catástrofe yugoslava tardará décadas en ser establecida como verdad histórica. No puede aceptarse hoy porque dice demasiado poco a favor de quienes son responsables de ello, política o intelectualmente, ya que siguen en posiciones de poder -especialmente los forjadores de opinión, que duran más en los puestos de mando que los cargo políticos públicos-. En su lugar, el histrionismo antiserbio y la deformación de los hechos prevalecerá todavía algún tiempo por que son chivos expiatorios necesarios para cubrir esa terrible verdad de una Europa y un Occidente que traicionaron todos sus valores precipitando una guerra que podían haber evitado [Pa96, p. 52-53].

En contraposición de la visión de Palau [Pa96] y, en este caso de Bogdan Denitch [Den95], sobre la crisis yugoslava como un hecho provocado por intereses geopolíticos de las grandes potencias occidentales –y las otras en igual o menor escala-, Mira Milosevich [Mil00] expone una teoría basada en el nacionalismo serbio y el plan nacional elaborado por las élites intelectuales de aquella república y retomado por el mismo Slobodan Milošević. Según la socióloga, la frase, hecha realidad en poco tiempo, pronunciada por Slobodan Milošević en una reunión con el general Veljko Kadijević, comandante en jefe del Ejército yugoslavo, en ese 1990, ”habrá guerra, ¡naturalmente!”, conllevaba en sí misma varias razones a primer vista ocultas.

Primero, explica Mira Milosevich [Mil00], porque tanta insistencia en la necesidad de una integridad cultural y espiritual de la nación serbia no llevaba a otra parte que a una guerra de conquista del territorio de la ex Yugoslavia.

Segundo, porque se sabía que la solución de la cuestión nacional serbia exigía el desmantelamiento de Yugoslavia [Mil00]. En mi opinión, esta razón es cuestionable, ya que la cuestión nacional serbia se veía resuelta en sí bajo la figura de la federación yugoslava. Sin embargo, las aspiraciones expansionistas croatas en ese momento sí contemplaban con mayor fuerza la mencionada desintegración.

Tercero, porque si los serbios estaban tan amenazados como se les presentaba de ordinario, no tenían otro remedio que defenderse. Slobodan Milošević iba a aumentar su poder fuera de Serbia. Iba a conquistar Yugoslavia. Ya había intentado realizar la ”revolución antiburocrática” entre los serbios de Croacia y Bosnia y Herzegovina, pero sin mucho éxito. Necesitaba un apoyo más firme: el del Ejército y el del presidente croata Franjo Tudjman [Mil00].

Cuarto, porque contaba (Slobodan Milošević) con el apoyo del Ejército yugoslavo, con su compromiso de defender a los serbios fuera de Serbia y, a cambio, él les garantizaba la conservación del comunismo, y sólo el comunismo podría avalar que los miembros del Ejército siguiesen disfrutando de los privilegios adquiridos durante la época de Tito [Mil00].

Quinto, porque Milošević ya había pactado con su homólogo croata Franjo Tudjman dos puntos clave: la división de Bosnia y Herzegovina y servirse mutuamente como coartada. Tudjman iba a realizar el antiguo sueño croata, creando un estado independiente sobre los territorios de una Gran Croacia, y apoyándose en un nacionalismo que se presentaba como respuesta necesaria a su antagonista, el nacionalismo serbio. La creación de la Gran Croacia, separada de Yugoslavia, serviría a su vez a Milošević como justificación de la conquista del territorio que quedara del antiguo estado federal. En 1996, en una entrevista concedida a Radio Europa Libre, Kiro Gligorov [Mil00], presidente de la República de Macedonia en la época de la desintegración de Yugoslavia, respondió a una pregunta sobre aquel momento de la crisis yugoslava, que todos los miembros del gobierno federal habían estado dispuestos a aceptar cualquier fórmula, la federación simétrica o asimétrica, una mezcla de federación y confederación o sólo la confederación. Los únicos que habían rechazado todas las propuestas fueron Milošević y Tudjman [Mil00, p. 243, apud. Drinka Gojković, ”Para comenzar un borrador: olvidar en Serbia”, Bitarte, No. 16, San Sebastián, 1999, p. 36].

Sexto, concluye Mira Milosevich [Mil00], porque Slobodan Milošević y Tudjman compartían el mismo sueño: crear unos estados nacionales étnicamente puros sobre las ruinas de la Yugoslavia comunista. Después de una serie de reuniones en Karadjordjevo, en el antiguo chalet de caza de Tito, Milošević y Tudjman llegaron a un acuerdo secreto para repartirse Bosnia y Herzegovina, de modo que los serbios se quedaran con el 66% del territorio –aunque eran solo el 31% de la población-, a cambio de que la Krajina, el territorio croata con centro en Knin, que albergaba una población serbia en su 99%, quedara dentro de una Croacia independiente [Mil00, p. 244, la autora explica que sobre este acuerdo entre Milošević y Tudjman primero escribió el embajador de los Estados Unidos en Yugoslavia, Woren Zimmermann. Florence Hartmann también lo menciona en su libro].

Mira Milosevich continúa refiriéndose a lo que dijo Slobodan Milošević en cierta ocasión para distinguir su proyecto de integridad territorial serbia del ideal granserbio de los nacionalistas: ”jamás he dicho, y mucho menos pensado, que allí donde esté un serbio sea Serbia” [Mil00, p. 245, apud. Hartmann, op. cit., p. 225]. Estaba dispuesto a conceder toda la Krajina a Croacia porque era imposible establecer una continuidad geográfica entre aquel territorio y el de la República de Serbia. Exigía, sin embargo, más de la mitad de Bosnia y Herzegovina como compensación.

Sin embargo, Slobodan Milošević tenía que cumplir con su parte del compromiso. Tenía, por lo tanto, que provocar a los serbios de Croacia para que se lanzaran a una rebelión anticroata que diera a Tudjman el pretexto necesario para crear una defensa nacional. No porque Milošević fuera un caballero, sigue Mira Milosevich [Mil00], sino porque esa era una condición necesaria para mantener su propio poder. Como siempre, obtuvo el apoyo de la Iglesia y los intelectuales [Mil00, pp. 244-145].

Desde mi punto de vista, estas teorías no se encuentran demasiado alejadas una de la otra. El mundo –y más específicamente el Occidente- tenía otros planes, al menos antes de 1989: unos que contemplaban a la Yugoslavia unida. Sin embargo, fueron los actores internos los que crearon el escenario ideal para la intromisión de las potencias internacionales, surgiendo estas intenciones desde antes de la Constitución del ‘74.

Si no podían conservar la federación, para poder seguir usándola como punta de lanza hacia la democratización de la Europa del Este –y tomando en cuenta que ello ya no era necesario debido al desmoronamiento del sistema socialista a partir de 1989- las potencias decidirían explotar al máximo cada una de sus subunidades para finalmente apoderarse de ellas para fines de conveniencias geopolíticas propias. Ello sería fácil en el caso de repúblicas sin demasiados recursos naturales ni habitantes. Si por alguna razón Serbia, que era la única en posición de poderse oponer a tales políticas internacionales, se rehusara, lo preciso sería aniquilarla económicamente hasta el grado de inanición; de manera que una vez destruida su economía, los ciudadanos vieran la intromisión de las grandes transnacionales como un factor de salvación al antiquísimo estilo de sitio de ciudades fortaleza en la Edad media –primero se llevaría la población al punto de muerte por hambre para posteriormente bombardearlas con comida y esperar su entrega incondicional-.

En este caso, ello alcanzó rasgos extremos cuyos vestigios se podían ver claramente ya para 1995. Sin embargo, para llevar a cabo los planes expuestos en todo momento era necesario contar con un pretexto, con el ”malo de la historia”, con un rostro que serviría para tapar las acciones realmente importantes de las potencias mundiales... un Slobodan Milošević que en sus últimos años de gobierno, arrinconado y destruido, no era más que un títere explotado por los medios de comunicación con uno u otro objetivo según los intereses en turno de Estados Unidos.

¿Y el pueblo (o los pueblos sudeslavos)? Acaso a nadie le había preocupado lo que tenía que decir... ¿de sus derechos, de su futuro, de su existencia?

Tomando todo lo anterior en cuenta, me quedan muy claros los orígenes del fracaso del plan de rescate económico del en ese entonces primer ministro de la federación, Ante Marković. Este plan tenía muchas probabilidades de éxito. Estaba basado en las dos corrientes económicas fundamentales: primero se controlaría y dosificaría la inflación de manera que se ayudara al desarrollo económico interno y con ello se lograría una moneda firme, que ahora sí se hubiera podido mantener de esa manera en un futuro. Marković y su política económica hubieran alcanzado su meta, sólo si el éxito que anhelaban las dirigencias de las repúblicas hubiera sido el rescate económico de la República Socialista Federativa de Yugoslavia y no otro.

Por su parte, Josep Palau [Pa95] prosigue diciendo que en Alemania, la secesión de Eslovenia y Croacia fue presentada como una liberación de pueblos hermanos que debía seguir de manera natural a la desaparición de la RDA y a la reunificación alemana. Ésta fue la manifestación de un cierto complejo de culpa de los círculos de poder alemanes que se habían avergonzado por la llamada realpolitik de los años anteriores y que se consideraba había ayudado a mantener artificialmente las estructuras ya podridas del sistema comunista de la RDA.

En la opinión alemana cobra cuerpo la idea de que, como compensación a aquél exceso de realpolitik, había que ayudar ahora a Eslovenia y a Croacia. Esa tesis, explica Palau [Pa95], se impuso aplastantemente en la prensa germana, que la transmitió con demasiada facilidad a la prensa europea, difundiendo masivamente conceptos como los de ”artificialidad de Yugoslavia” o, más perversamente ”Yugoslavia, cárcel de pueblos”. Así, en nombre de la ”autodeterminación”, sigue Palau [Pa95], se abrió camino al apoyo de rupturas etnófobas, a una maligna hostilidad hacia Yugoslavia, contraria al espíritu europeísta. La autodeterminación del pueblo alemán era democrática porque terminaba con barreras artificiales y unificaba a un pueblo sin perjudicar a nadie. No era el caso de las secesiones de Eslovenia y de Croacia, que no eran pueblos oprimidos, explica el autor, pues disponían de altísimos niveles de autogobierno en Yugoslavia; su separatismo buscaba levantar nuevas barreras entre pueblos europeos hermanos. No querían la emancipación, sino el privilegio a expensas de otros; y la consumación de sus fines era intrínsecamente atentatoria contra el derecho esencial de otros pueblos a mantenerse unificados como estaban. Al apoyar esa falsa ”autodeterminación” eslovena y croata, Alemania devolvió con mezquindad la generosidad de todo un continente que había apoyado sin reservas su unificación [Pa95].

En breve se había convocado a la decimocuarta asamblea extraordinaria urgente de la Liga Comunista de Yugoslavia (SKJ), que se llevó a cabo el día 20 de enero de 1990. Fue aquí en donde se hizo patente la agonía de aquél país.

Después de que los delegados eslovenos empezaron a sentir un rechazo rotundo a todas sus propuestas que iban en el sentido de una mayor flexibilización de la federación de manera que ninguna república pudiera perder votación de alguna de sus propuestas por causa de la combinación de otras y a favor de una mayor autonomía económica; además de que se limitó el derecho de una elección libre de la mesa directiva, para la cuál Slobodan Milošević quería imponer a Dušan Čkrebić, la delegación de Eslovenia decidió abandonar la asamblea. Pocos minutos después los siguió la delegación croata.

El mundo entero era testigo de un desmoronamiento inminente de la federación yugoslava.
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3.10.08

La madre de todas las teorías de conspiración

El día de hoy Eslavos del sur les trae la película Zeitgeist (el Espíritu de nuestro tiempo), hecha por norteamericanos para norteamericanos (obra de Peter Joseph de GMP /LLC, New York City, 2007).

Página web oficial: http://www.zeitgeistmovie.com/

Varias de las tesis presentadas en la película ya las había leído en el libro La verdadera historia del Club Bilderberg de Daniel Estulin (Daniel Estulin, La verdadera historia del Club Bilderberg, 9a Ed., Trad. Ignacio Tofiño y Marta-Ingrid Rebón, Barcelona: Editorial Planeta S.A., 2006).

Los puntos de vista presentados en la película no son necesariamente compartidos por el autor de estas líneas. Sin embargo, me parece fundamental difundirlos, comentarlos, analizarlos, masticarlos...

Que lo disfruten.

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3.3.08

El largo camino de Kosovo a Kurdistán (A long road from Kosovo to Kurdistan) por Pepe Escobar

Por esta vez, y de modo atrasado (en una clara señal de que el proyecto Eslavos del sur no respeta los tiempos dictados por los modernos impostores de opinión pública llamados medios de comunicación transnacionales), y como una clara excepción a la regla, ahora en su forma original y en el idioma inglés, del pasado 29 de Febrero de este 2008, publicado en The Asia Times On line, este lúcido artículo de Pepe Escobar.

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THE ROVING EYE
A long road from Kosovo to Kurdistan
By Pepe Escobar

The precedent of Kosovo is a terrible precedent, which will de facto blow apart the whole system of international relations, developed not over decades, but over centuries. [The Americans] have not thought through the results of what they are doing. At the end of the day it is a two-ended stick and the second end will come back and hit them in the face. - Russian President Vladimir Putin

In myriad aspects, Kosovo is the new Kurdistan (and the other way around), as much as Iraq is the new Yugoslavia.

The unilateral independence of Kosovo has nothing to do with "democracy". But then what's the point of this North Atlantic Treaty Organization (NATO) provocation towards Vladimir Putin's Russia - a historic ally of Serbia?

The ongoing saga revolves around two crucial, interrelated facts on the ground: Pipelineistan and the empire of 737 (and counting) US military bases in 130 countries operated by 350,000-plus Americans. In short: it revolves around the trans-Balkan AMBO pipeline and Camp Bondsteel in Kosovo, the the largest US base built in Europe in a generation.

It also lays bare continuity from the Bill Clinton to the George W Bush administrations - the US dictating the rules of the game as if in a one-party state.

Yugoslavia and Iraq also "taught" the world two lessons. From Clinton's humanitarian imperialism to Bush's "war on terror", it's all a matter of exclusive Washington prerogative. Blowback, of course, as Putin has warned, will be inevitable.

Albright's serpent

The 78-day, 1999 bombing of Yugoslavia, allegedly to dislodge a "new Hitler" (Slobodan Milosevic) was mirrored by the 2003 "shock and awe" bombing of Iraq, to dislodge another "new Hitler" (Saddam Hussein). Clinton, demonizing the Serbs, used NATO to sidestep the lack of a United Nations mandate; Bush, also without a UN mandate, demonized Iraqis and went all the way with just an authorization by the US Congress.

Clinton attacked the former Yugoslavia to expand the post-Cold War NATO right up to the borders of the former Soviet Union. Bush attacked Iraq to seize the "big prize" in terms of energy resources. Militarization and hegemonic control were at the heart of both operations. Yugoslavia was devastated, fragmented, balkanized and ethnically cleansed into mini-countries. Iraq was devastated, fragmented, pushed towards balkanization and towards ethnic cleansing along sectarian and religious lines.

Senator Hillary Clinton considered Yugoslavia's balkanization and now Kosovo's independence (amputation of Serbia, rather) as "democracy" and a "successful" accomplishment of US foreign policy.

This "model" new independent state saluted by the US, Germany, France and Britain - and virtually no one else - is, according to Vladimir Ovtchinky, a criminologist and former head of Interpol's Russia bureau during the 1990s, "a mafia state in the heart of Europe". It's basically run by Hashim Thaci, a former Marxist who then embraced a nationalist socialism with criminal overtones as one of the youngest chiefs of the UCK (the Kosovo Liberation Army), operating under the codename "The Serpent".

Madeleine Albright, then US secretary of state, pushed "The Serpent" into the limelight when she attributed to him "the brightest future" among those Kosovars who were "fighting for democracy". Albright is nowadays one of Hillary Clintons' top foreign policy advisers. The UCK was roughly a sort of Balkan al-Qaeda on heavy drugs - propped up enthusiastically by US and British intelligence. British special forces trained the UCK in northern Albania while Turkish and Afghan military instructors taught them guerrilla tactics. Even Osama bin Laden had been in Albania, in 1994; al-Qaeda had a solid UCK connection.

Writing in the Russian daily Ogoniok, Ovtchinky describes how Albanian Kosovar clans always controlled opium and then heroin trafficking from Afghanistan and Pakistan through the Balkans towards Western Europe; then during the late 1990s a 3% tax started to finance all UCK operations. The UCK benefited from more than 750 million euros (US$1.1 billion) in drug money to buy weapons, he wrote. According to Interpol and Europol, just in 1999 and 2000, these Kosovar mafias made no less than 7.5 billion euros - also by diversifying from narco-smuggling into human trafficking and large-scale prostitution. In Germany, they made a killing in Kalashnikov trafficking and fake euro banknotes. And as late as in 2007, Italy's top three mafias - the Cosa Nostra, the Camorra and "Ndrangheta" - were seriously thinking of creating a unified cartel to face the ultra-heavy Albanian Kosovar mafia.

Get me to my pipeline on time

Washington and the three European Union heavyweights (France, Germany and Britain) have applauded Kosovo's independence. But this core of the self-described "international community" is caught in silent scream mode when confronted with the possibility of independence for Flanders in Belgium, northern Cyprus, the Serbian Republic of Bosnia, the Basque country in Spain, Gibraltar - not to mention Indian Kashmir (the Jammu Kashmir Liberation Front, JKLF, is already making some rumblings), Tibet, Taiwan, Abkahzia and South Ossetia (both in Georgia and both Russia-friendly), Palestine and Kurdistan. Northern Kosovo itself - totally Serbian-populated - and western Macedonia also don't qualify to become independent. So why Kosovo? Enter the AMBO pipeline and Camp Bondsteel.

AMBO is short for Albanian Macedonian Bulgarian Oil Corp, an entity registered in the US. The $1.1 billion AMBO pipeline (also known as the Trans-Balkan), supposed to be finished by 2011, will get oil brought from the Caspian Sea to a terminal in Georgia and then by tanker through the Black Sea to the Bulgarian port of Burgas, and relay it through Macedonia to the Albanian port of Vlora.

Clinton's NATO war against Yugoslavia and pro-Albania was thus crucial to secure Vlora's strategic location. The oil will then be shipped to Rotterdam in the Netherlands and refineries on the US West Coast, thus bypassing the ultra-congested Bosphorus Strait and the Aegean and the Mediterranean seas.

The original AMBO feasibility study, as early as 1995, and then updated in 1999, is by a British subsidiary of Halliburton, Brown and Root Energy Services. AMBO fits into Vice President Dick Cheney's (and before him, Clinton's energy secretary Bill Richardson's) US energy security grid. It's all about go-for-broke militarization of the crucial energy corridor from the Caspian through the Balkans, and about trying to isolate or sabotage both Russia and Iran.

Halliburton had to have a deeper hand in the whole scheme, and that's where Camp Bondsteel fits in - the largest overseas US military base built since the Vietnam War. Bondsteel, built by Halliburton subsidiary Kellogg, Brown and Root on 400 hectares of farmland near the Macedonian border in southern Kosovo, is a sort of smaller - and friendlier - five-star Guantanamo, with perks like Thai massage and loads of junk food. According to Chalmers Johnson in The Sorrows of Empire, "army wags say facetiously that there are only two man-made objects that can be seen from outer space - the Great Wall of China and Camp Bondsteel". Bondsteel will also double as Kosovo's Abu Ghraib - the largest prison in the independent entity, where prisoners can be held indefinitely without charges pressed and without defense attorneys. Taxi to the Dark Side, which has just won an Oscar for best documentary, applies not only to Bagram in Afghanistan but also to Bondsteel in Kosovo.

Protection racket

Kosovo's "independence" has been brewing since 1999. A single 1999 photo tells the whole story - establishing beyond doubt those elusive "international community" ties. The photo unites Hashim Thaci, then head of terrorist outfit UCK and current prime minister of Kosovo; Bernard Kouchner, then UN administrator of Kosovo and current French foreign minister in the Nicolas Sarkozy administration; Sir Mike Jackson, then commander of NATO's occupying force and current consultant for a Blackwater-style mercenary outfit; and general Wesley Clark, then NATO supreme commander and now military adviser to Hillary Clinton.

Kosovo's "internationally supervised independence", which was due to be outlined in a meeting in Vienna this Thursday, has nothing to do with autonomy. Exit the UN, enter the European Union. Amputated from Serbia, Kosovo will be no more than an EU (and NATO) protectorate. EU officials in Brussels confirm that thousands of bureaucrats, along with police officers, will be deployed to Kosovo, to live alongside more than 17,000 NATO military personnel already in place.

Neo-colonialism is alive and well in "liberated" Kosovo - which will have to put up with a viceroy and will have no say whatsoever in foreign policy. Think of "liberated" Iraq under the infamous Coalition Provisional Authority run by viceroy L Paul Bremer.

An array of European analysts, not to mention Russians, has compared the current, dangerous state of play in the Balkans to Sarajevo in 1914 that led to the outbreak of World War II. Blowback, in the short term, will include Serbs refusing to be part of this "independent" state and Albania not recognizing the current Albania/Serbia/Macedonia borders. Just like a century ago, Central Europe, Russia and the Muslim world are clashing in the Balkans, but this time subjected to a US screenplay. Bush and German Chancellor Angela Merkel, in tandem, gave the go-ahead to the Kosovo declaration of independence weeks before the fact. Small, contrarian EU countries like Slovakia, Romania and Cyprus were imperially overlooked.

Russian Foreign Minister Sergei Lavrov has characterized Kosovo's independence as the beginning of the end of contemporary Europe. As British journalist John Laughland, manager of the British Helsinki Human Rights Group stresses, "The current status of the province is established by UN Security Council resolution 1244," which determines that Kosovo is part of Serbia. Thus the US and the EU have - once again - made minced meat of international law.

Why not us?

Kurds, especially those in Iraq, might be tempted to believe Kosovo is a meaty precedent pointing to the emergence of an independent Iraqi Kurdistan - their dream, and Turkey's nightmare. Just as in Kosovo, oil is in play (Kirkuk and its pipelines); and Iraqi Kurdistan, since 1991, had been a sort of extended Camp Bondsteel anyway, an American-protected enclave in Saddam's Iraq and then a haven of stable "democracy" in Bush-devastated Iraq.

But it's hard to dream about independence when Iraqi Kurdistan has been de facto invaded by 10,000 Turkish troops with the help of US intelligence.

According to Baghdad's al-Mada daily, the president of the Irbil-based Kurdistan Regional Government (KRG), Massoud Barzani, sent an urgent letter to Bush for him to personally stop the Turkish invasion. Barzani flatly accuses the Turks of destroying his region's infrastructure. Barzani's spokesman, Falah Mustafa, has placed all responsibility "on the US government". Peshmerga (Kurdish militia) General Muhammad Mohsen is also furious ("We think the United States is making a big mistake"). This is as good an intimation of inevitable blowback as any.

Dozens of thousands of Peshmerga are now stationed very close to the Turkish-Iraqi border. According to Mohsen, the red line is along the Mateen mountain range. He said, "The Peshmergas told [the Turks] if you go any further we will kill you." Also according to Mohsen, Barzani theatrically told him, "I will be the first to die in fighting the Turks."

The official KRG position, endlessly relayed on Kurdish media, is that it has done everything to "limit the activities" of Kurdistan Workers' Party (PKK) rebels in Iraqi Kurdistan. This has fallen as much on (Turk) deaf ears as Baghdad's feeble official protests. Iraqi Kurdish politician recite the same mantra; the PKK is just an excuse for the Turks to "prevent the establishment of a Kurdish state".

But then, in the thick of the action, KRG Prime Minister Nechirvan Barzani struck quite a different chord. He said the Turks did not attack Kurdish civilians and only destroyed a few bridges in some desolate mountain passes. Kurdish media though is awash with reports and even video of damage to Kurdish villages. So what's going on?

Turkey's invasion of Iraqi Kurdistan is a graphic show of force - a sort of "shock and awe" in slow motion, meaning this is a player to be reckoned with in both the Middle East and Central Asia. Turkey - with much more firepower than Serbia, and a NATO member to boot - has set its objectives with precision: to bomb the KRG's credibility, and to imprint the extent of its reaction in case the Kurdish go for autonomy, including control of the oil-rich Kirkuk area in Iraq. At the same time, this is a message to Washington (don't trample us or we destabilize the only "stable" part of Iraq) and to Baghdad (let's do business; we need some of your oil and a lot of your water for our development).

So much for Kurdistan's dream of independence - inside Iraq as much as for the 12 million Kurds living in Turkey. They are left with a few rumblings, an attempt at downplaying the whole thing, and the obligation of facing the fact that the US, once again, has sold them short. Not to mention the Kurds, once again, they are sold short.

The KRG's Barzani and current Iraqi President Jalal Talabani, eternal Iraqi Kurdish leaders, rival warlords and wily opportunists, had already sold PKK Kurds short 15 years ago during a joint offensive with the Turkish army (See Double-crossing in Kurdistan Asia Times Online, November 2, 2007). They had vocally promised this would never happen again. It's happening right now. Thus Turkey wins, hands down - driving a wedge between Washington and Iraqi Kurds.

Blowback, in this case, may be long in coming, but Washington is bound to taste it. Turkey will clinch an oil deal with Russia and will buy Iranian gas and co-exploit Iranian oil in the Caspian. As for Iraqi Kurds - seeing red against both Washington and Ankara - more than ever they won't stop dreaming of becoming the new Kosovo, on their own terms.
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Pepe Escobar is the author of Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007). He may be reached at pepeasia@yahoo.com.

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Srbija i Kosovo: ljutnja i razum (Serbia y Kosovo: enojo y cordura), Parte II

Crónica de los acontecimientos que tomaron lugar durante la semana posterior a la declaración unilateral de independencia de la provincia meridional de Serbia, Kosovo, según lo publicado por Milan Milošević en la revista serbia Vreme, en el artículo "Srbija i Kosovo: Ljutnja i razum" (traducido por mí del serbio al español en dos partes).

Aquí, la primera parte de dos.



Y ahora, la segunda parte:

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Serbia y Kosovo: enojo y cordura (Parte II)

por Milan Milošević

UNMIK EULEX: El presidente Boris Tadić le solicitó al Secretario General de la ONU Ban Khi Moon y su representante especial para Kosovo Joachim Rieker usar sus mandatos y proclamar como no válido el acto de proclamación de independencia de Kosovo, al igual que disolver el Parlamento kosovar debido a que esta proclamación de la independencia contradice la Resolución 1244 de la ONU. También les solicitó a las fuerzas de seguridad en Kosovo, KFOR, a mantenerse neutrales en cuanto al estatuto de la provincia, según lo estipulado en el punto 9 de la Resolución 1244.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Khi Moon, declaró posteriormente, en la reunión del Consejo de Seguridad, que la proclamación de la independencia de Kosovo conllevará ciertas complicaciones operativas, subrayando sin embargo que UNMIK continuaría respetando la Resolución 1244 como el marco jurídico de su mandato en Kosovo.


Vitalij Churkin dijo, por su parte, que tanto KFOR como UNMIK deben de estar aplicando la Resolución 1244 y no estarla transgrediendo. Igualmente advirtió que Serbia no debe ser sancionada en el caso de que no acepte reconocer la soberanía de Kosovo. Este tipo de apoyo fue ya anunciado por los rusos desde el encuentro anterior de Tadić y Koštunica con Putin en Moscú.

El Ministro del Exterior de Serbia, Vuk Jeremić, declaró que fue facilitada, bajo la cobertura de las Naciones Unidas, una secesión motivada por cuestiones étnicas, pero que Serbia no claudicará. El mismo Jeremić acudió el martes 19 de Febrero a la reunión del Consejo de Seguridad de la Unión Europea, en donde advirtió en contra de la transgresión del Documento Final de Helsinki.

Según Jeremić, la membresía de la ONU y de la Organización de Seguridad Europeas son dos pruebas del respeto a la soberanía. Ser miembro de estas organizaciones representa el pertenecer a la comunidad de pueblos soberanos. Serbia es una nación como éstas, mientras que Kosovo jamás lo será. Tadić, por su parte, indicó que Kosovo jamás será miembro de las Naciones Unidas y que, incluso, probablemente jamás participe en los Juegos Olímpicos.


El que Serbia pueda considerar como satisfacción el hecho que ella sea miembro de la ONU, mientras que Kosovo no lo sea, y todo lo que de eso se pueda desencadenar, todo ello es una cuestión de imaginación política. Una primera asociación podría ser la relación entre China y Taiwan.



NOTAS:

El Ministro del Exterior de Serbia, Vuk Jeremić, convocó con urgencia el domingo 17 de Febrero a todos los embajadores acreditados en Belgrado para comunicarles la posición del gobierno serbio frente el acto ilegítimo de la proclamación de la independencia kosovar. Allí les comunicó a los convocados que Serbia continuará haciendo todo lo que esté en su poder para oponerse a lo sucedido.

El gobierno serbio le solicitó el lunes 18 de Febrero a Ivan Vujačić, su embajador en lo EUA, regresarse a Belgrado dentro de un máximo de 48 horas, para consultaciones. El Sr. Vujačić entregó una nota diplomática de protesta al gobierno estadounidense y viajó a Belgrado. Mientras tanto, Condoleeza Rice intentaba convencer al presidente serbio vía telefónica de la amistad entre los dos gobiernos. Ello se vivió como un cinísmo arrogante en Serbia, aunque se concedía que podía ser incluso la ceguera de la pragmaticidad. El anterior embajador estadounidense en Serbia al parecer de veras creía estar haciendo algo acertado al traer a Serbia a los pilotos que la bombardearon en 1999, bajo la idea de que "no estamos enojados con ustedes por haberlos bombardeados"...

El Primer Ministro Koštunica señaló en su discurso en el Parlamento serbio, e incluso antes de este discurso, a los EUA como el arquitecto principal del Estado falso de Kosovo. De una manera sarcástica comentó que antes de los Estados Unidos, Kosovo fue rconocido únicamente por el Afganistán (ocupado).

Fueron retirados igualmente los embajadores de Serbia en Francia, Predrag Simić, y el de Turquía Vladimir Ćurgus, a raíz del reconocimiento de Kosovo de estos dos países. Después de los EUA, Gran Bretaña, Francia, Turquía y Albania, Kosovo fue igualmente reconocido por Australia, seguida por Alemania, Austria, Polonia, Italia, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Bulgaria, Costa Rica...

Es para realizar un análisis más profundo el pronosticar las consecuencias del reconocimiento de algún Estado por algún otro. Yugoslavia reconoció en su momento a Palestina, que aún no se ha vuelto un Estado, al igual que a la República Democrática de Alemania (DDR) que ha desaparecido en el ínter.

Para nuestra diplomacia se plantea la pregunta de después de qué número el pasar a una especie de conflicto congelado con los países que reconozcan a Kosovo resulta contraproductivo. ¿Qué significa para Serbia el que Kosovo sea reconocido por un número grande de países y ésta congele sus relaciones con ellos?, ¿será que de vuelta saldrá perdiendo? En una primera instancia parece que no se vislumbra una acción acertada para Serbia. En una segunda, parece sin embargo, que Serbia podría realizar muchas pequeñas jugadas acertadas. Tal vez fue apenas después de esta proclamación unilateral de la independencia que se empezó a negociar, ya que el arreglo con la independencia de Kosovo fue tan mal hecho, su estatus resulta tan incomprensible, que todo quiere indicar que el proceso sigue lejos de concluírse.

¿Será pura coincidencia que se hable por todos lados usando la palabra "división"?

(...)

El resto es historia que aún no ha terminado por escribirse. Al poco tiempo de estos acontecimientos, cayó el gobierno de Belgrado, se convocaron elecciones para este mayo del 2008, en las que resulta que los "populistas" del Partido Demócrata Serbio (SDS) de Koštunica conformarán una gran coalición con el "ultra-nacionalista" Partido Radical Serbio (SRS) de Nikolić, para perfilarse amplios favoritos en contra del más moderado y orientado hacia el Occidente, la UE y la OTAN (con todo y que Serbia se declaró neutra en el 2000), el Partido Demócrata de Boris Tadić.

Seguiremos pendientes...

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29.2.08

Srbija i Kosovo: Ljutnja i razum (Serbia y Kosovo: enojo y cordura), Parte I

El día de hoy, Eslavos del sur les trae la crónica de los acontecimientos que tomaron lugar durante la semana posterior a la declaración unilateral de independencia de la provincia meridional de Serbia, Kosovo, según lo publicado por Milan Milošević en la revista serbia Vreme, en el artículo "Srbija i Kosovo: Ljutnja i razum" (traducido por mí del serbio al español en dos partes).

Aquí, la primera parte de dos.

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Serbia y Kosovo: enojo y cordura (Parte I)

por Milan Milošević


KOSOVSKA MITROVICA, 18 de Febrero: Vista hacia el sur

De vuelta, días críticos y acelerados en Serbia. El domingo 17 de Febrero, algo después de las cuatro y media de la tarde, los delegados del parlamento kosovar empezaron a firmar el documento de proclamación de la independenica de Kosovo. En esos momento se dirigieron a la opinión pública serbia, uno tras otro, el Primer Ministro Vojislav Koštunica, el presidente Boris Tadić, el presidente del Parlamento Oliver Dulić y el Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Serbia. Con declaraciones en señal de protesta se dejaron oír igualmente la Academia Serbia de Ciencias y Artes (SANU, por sus siglas en serbio), la Unión de los sindicatos autónomos de Serbia y la Unión de Jueces.

El santo Sínodo llamó al Epíscope de la región de Ras y de Prizren, Artemije, al clero, a los monjes y a los serbios de Kosovo, al igual que a todos los demás afectados por medio de este acto ignomioso, a permanecer en sus hogares y al lado de sus relíquias, conservando la calma y la fe en la victoria definitiva de la justicia divina.

En los mensajes se expresaba el enojo y se repitió la invitación a la paciencia y la contención. Se indicaba que Serbia necesitará tiempo para proteger sus intereses y que un día recobrará el Kosovo robado.

El dirigente de la Comandancia General del Ejército de Serbia, el general-brigadier (general-pukovnik) Zdravko Ponoš se encontraba el lunes en su lugar de trabajo, desde donde declaró para la televisión nacional (RTS) el estar sosteniendo contacto con el KFOR (fuerzas de paz de la ONU en Kosovo, N. del T.) y que contaba con la información que la situación se encontraba bajo control. Además, comentó que lo que había ocurrido en Kosovo era una violencia política y hacia el estado de derecho, pero que no se reacciona con el ejército en contra de declaraciones políticas y proclamaciones de este tipo. Que ello no se puede impedir ni anular por medio de acciones militares, sino precisamente de la manera en la que lo están haciendo las autoridades en Serbia, a través de la anulación de este acto en el Parlamento serbio.

El presidente Boris Tadić advertía en su primer mensaje al público acerca del difícil momento para el Estado y apelaba a todos los ciudadanos de Serbia y a los connacionales en Kosovo y Metohija a "que nos guíe en estos días exclusivamente la cordura...". Anunció que el Estado serbio ejecutaría acciones responsables relacionadas con el tema.

El presidente del parlemaneto, Oliver Dulić, apeló por su parte a todos en Serbia a conservar la paz ciudadana y que con sus reacciones no provoquen ningún tipo de problema que los ciudadanos podrían tener en Kosovo y Metohija.

Tomislav Nikolić (el vice-presidente del Partido Radical Serbio (SRS), N. del T.) declaraba que era necesario canalizar el descontento.

El Primer Ministro Vojislav Koštunica decía que con este acto le había sido mostrado a todo el mundo que los EUA sobrepone la fuerza a lo estipulado en la carta magna de la ONU y que EUA están dispuestos a infringir el derecho internacional de una manera voluntariosa, desconsiderada y violenta para proteger sus propios intereses. Dijo que el nombre del presidente estadounidense estará escrito en letras negras en la historia serbia. Llamó a alzar la voz en contra de la política de la violencia que se está llevando a cabo en contra de Serbia. Anunciaba que el gobierno y los partidos políticos organizarían en conjunto demostraciones pacíficas a lo largo del país.

Después de un acuerdo alcanzado entre el presidente Tadić, el Primer Ministro Koštunica y el vice-presidente del Partido Radical Serbio, Nikolić, el vocero del DSS (Partido Demócrata de Serbia, N. del T.) comunicaba que el gobierno serbio en colaboración con los partidos representados en el Parlamento organizaría en los días siguientes demostraciones pacíficas en las ciudades serbias. El mítin de protesta a realizarse en Belgrado estaba anunciado para el jueves. Los ferrocarriles de Serbia prometieron transporte gratuito para todos aquellos que deseaban viajar desde el interior del país al mítin. Posteriormente se verá lo que traería consigo la creación de esa ola. Según un acuerdo previo, en el mítin debían hablar el presidente de Serbia Tadić, el Primer Ministro Koštunica y el vice-presidente del Partido Radical Serbio, Nikolić. Los participantes del mítin debían posteriormente desplazarse de la explanada frente al palacio de gobierno hacia el templo de San Sava al servicio religioso. Ello básicamente no estaba mal, ya que su presencia debía llevar, por definición, a la autopacificación y al autocuestionamiento. No carecía de importancia el el que este mítin simplemente mandára un mensaje fuerte o si definiría de una manera más profunda los acontecimientos en Serbia.

Disturbios: En Belgrado iniciaron los disturbios ya el domingo por la tarde. Se protestaba frente a los edificios de las embajadas de los EUA y de Eslovenia. Hubo 47 heridos, de los cuales 20 eran policías. Se quemó la bandera en la embajada eslovena y fueron vandalizados los automóbiles incluso de los embajadores invitados esa tarde al Ministerio del Exterior serbio cuyos países no tienen la intención de reconocer Kosovo. Se rompieron, igualmente ventanas del primer piso del Ministerio del Exterior.

Grupos agresivos desataban violencia igualmente en la ciudad de Novi Sad. El objetivo eran las embajadas, los restaurantes de la cadena McDonald's y los espacios del Partido Liberal-Democrático (LDP, por sus siglas en serbio).

Incidentes aislados fueron reportados el lunes en Belgrado, Niš, Smederevo y Kikinda. Surgían demostraciones de protesta en Kosovska Mitrovica, Kragujevac, Valjevo y Kraljevo. El Primer Ministro Koštunica y otros funcionarios apelaron a suspender las acciones violentas.

El lunes y el martes se reportó un incremento en la actividad en las calles de Serbia. En Belgrado, el lunes, salieron a las calles los estudiantes de la Facultad de Derecho, seguidos por varios estudiantes de preparatorias. La Unión de taxistas bloqueó el centro de la ciudad. La ciudad de Bor, al igual que las organizaciones estudiantiles de esa ciudad organizaron paralelamente otras acciones de protesta.

Los miembros de la organización de veteranos de las guerras de la década de los noventa y de 1999 se reunieron el domingo 17 de Febrero en la plaza Kralja Milana en Niš. Un grupo intentó llegar hasta Kosovska Mitrovica, pero no lo logró. Las protestas se tranquilizaron un poco para el lunes 18 de Febrero. Varias decenas de miles protestaban en los enclaves serbios en Kosovo y Metohija, en la Kosovska Mitrovica septentrional, en Gračanica, Štrpac y Granilug con los mensajes de "Boicotéen" y "No les damos el Kosovo".

En Kosovska Mitrovica explotaron varias bombas durante dos noches. Un entrevistado en las calles declaró que le sorprendía que el segundo explosivo haya explotado tan temprano, mientras todavía había niños en las calles. Una organización hasta entonces desconocida, llamada "Organización serbia Mlada Bosna" (Bosnia joven, N. del T.) se adjudicó a través de la internet la responsabilidad de las bombas explotadas frente a la tienda Mercator en Belgrado y la sede de la misión europea en Kosovska Mitrovica. Sólo que no organice algún desfile militar algún príncipe y no lleve consigo a su esposa... (alusión al incidente que dio inicio a la I Guerra Mundial, del que se escribió ya aqui, N. del T.).

Después de haberse enterado el martes los serbios de la ciudad de Zubin Potok de que habían llegado al cruce fronterizo entre Serbia y Kosovo, al norte de Kosovska Mitrovica, oficiales de aduanas de Kosovo, formaron un grupo grande y se dirigieron hacia allá. Para el medio día de ese martes 19 de Febrero, ya estaban destruídos los pasos fronterizos en las poblaciones de Brnjak y Jarinje. Igualmente, fueron incendiados varios vehiculos de la policía de la ONU (UNMIK). Ocho miembros de las fuerzas de UNMIK que se encontraban en el punto de control: alemanes, estadounidenses, británicos, ucranianos, suecos y filipinos, le solicitaron apoyo al Ministerio del Interior de Serbia. Inmediatamente fueron apoyados por la policía serbia y posteriormente fueron evacuados.

Los Ministros en Kosovo: El vice-presidente del gobierno Božidar Đelić, el Ministro para Kosovo y Metohija Slobodan Samardžić, el Ministro de Inversiones Velimir Ilić, el Ministro de Educación Zoran Lončar y otras autoridades estuvieron el domingo 17 de Febrero en Kosovo en señal de apoyo a la población serbia en el momento de la proclamación de la independencia kosovar. Le aconsejaban a la población serbia de Kosovo a permanecer en sus hogares y no abandonar Kosovo, les comunicaban que todos los bienes potenciales de Serbia -comerciales, culturales, políticos, institucionales y todos los demás- deben ser puestos en función de protección de nuestros connacionales y ciudadanos, del desarrollo económico de los territorios que éstos habitan, la creación de puestos de trabajo, la educación, los seguros médico y social, la preservación de la herencia espiritual y cultural, el establecimiento de la libertad y el retorno de toda la provincia al marco institucional del país.

El gobierno serbio, en contra de la negativa estadounidense, intentaba mantener su oficina en Kosovska Mitrovica. Algunos de los funcionarios gubernamentales suponían que en un futuro podrían tener dificultades en cuanto a las comunicaciones con las poblaciones serbias alejadas de la ciudad, pero añadían que eso había sido la situación desde siempre. El Ministro para inversiones no pudo trasladarse el domingo por la noche de Gračanica a Kosovska Mitrovica a una cita con la televisión nacional, ya que no contaba con la protección de la policía kosovar (la cual probablemente evitaba cualquier encuentro cercano con los albaneses, quienes se encontraban a esa hora festejando ruidosamente su independencia).

Bajo la nueva bandera: Hashim Thaçi y Fatmir Seydiyu

Abrogación: El gobierno había tomado la decisión tres días antes, el 14 de Febrero de 2008, de abrogar las medidas ilegales de los órganos temporales de autogestión en Kosovo y Metohija encaminadas hacia la promulgación unilateral de la independencia. El Parlamento serbio había confirmado esta decisión del gobierno el lunes 17 de Febrero por la noche, subrayando que se invalidaba la medida encaminada hacia la destrucción de la soberanía y la unidad nacional de Serbia, garantizada por la constitución serbia, la carta magna de la ONU, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU No. 1244 decretada en 1999, al igual por medio de otras resoluciones y el derecho internacional.

"Esos actos representan la separación violenta y unilateral de una parte del territorio de la República Serbia y son por ello inválidos y carecen de valor jurídico", se comunicó en una misiva emitida por el Parlamento serbio.

El Ministro del Interior de Serbia redactó el lunes actas de aprehensión en contra del presidente del gobierno kosovar Hashim Thaçi, el presidente de Kosovo Fatmir Seydiyu y el presidente del Parlamento kosovar Jakup Krasniqi por haber organizado, según se dice en el acta, en Priština la proclamación de un Estado falso en territorio de Serbia.

Vojislav Koštunica declaraba en el Parlamento que "hoy empieza nuestra lucha duradera para regresar la totalidad de la provincia a la organización constitucional de Serbia. Ese es nuestro objetivo y Serbia lo cumplirá. Si no nos fuera posible realizarlo completamente el día de hoy, lo realizaremos el día de mañana, por que Serbia tiene que ser libre". En una de sus declaraciones anteriores, él mismo dijo que es posible que este objetivo lo logren generaciones mejores que nosotros.

Para la decisión tomada por el Parlamento votaron 225 delegados, mientras que los delegados del Partido Liberal-Democrático (LDP por sus siglas en serbio) se abstuvieron declarando que al menos no votarían en contra. El líder del LDP Čedomir Jovanović declaró que la proclamación unilateral de Kosovo no es la primera derrota de Serbia, pero que es probablemente la que más duele debido a que a través de ella se perciba una injusticia y "cada uno de nosotros se siente como víctima".

El Partido Radical Serbio anunció antes del fin de semana que tras la proclamación de la independencia de Kosovo y Metohija hizaría la bandera en el edificio que sirve de su sede oficial, en Zemun, a media asta. Tomislav Nikolić declaró el lunes 18 de Febrero en el Parlamento, que la lucha de Serbia no cesará mientras que Kosovo y Metohija de una u otra manera no sea retornado al marco constitucional de Serbia, añadiendo que "algunos hablaban acerca de que Kosovo puede ser defendedido ya sea con el ejército o con la diplomacía", preguntando finalmente "¿y hemos logrado conservarlo con diplomacia?"

Por su parte, la presidenta del club de delegados pertenecientes al G17 plus comentó que "no usaremos la guerra, pero debemos ser perseverantes en nuestra lucha legítima por la defensa del derecho internacional". También, advirtió que para cada siguiente paso dado para la defensa de la integridad territorial de Serbia habría que tomar en cuenta la seguridad de los ciudadanos de Kosovo y la de sus pertenencias, a la par del futuro de los ciudadanos del resto de Serbia.

El argumento: Serbia pidió el domigo una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU, del Consejo Permanente de la Organización de Seguridad Europea, al igual que del comité de Ministros del Exterior del Consejo europeo.

El embajador ruso en Nueva York, Vitaliy Churkin, solicitó ya desde el domingo 17 de Febrero en la noche consultaciones de los miembros del Consejo de Seguridad, las cuales tardaron, se comunicó, por falta de intérpretes. El presidente Tadić y el Minsitro del Exterior Jeremić viajaron urgentemente el lunes por la mañana a Nueva York, a la sesión del Consejo de Seguridad.

El presidente Tadić habló ante el Consejo de Seguridad de la ONU el 18 de Febrero. Resaltó que Serbia jamás reconocerá la independencia de Kosovo, indicando que los países que reconocerán la independencia de la provincia serbia correrán con la responsabilidad de una nueva y probable limpieza étnica en contra de los serbios. Seguido, recordó que todos los albaneses que vivían hasta 1999 en Kosovo siguen viviendo allí, pero que 250,000 serbios que vivían hasta 1999 en Kosovo, ahora ya no viven en sus hogares sino en campos de refugiados en la Serbia central. A manera de réplica, Ban Khi Moon habló acerca de las supuestas mejorías ocurridas en Kosovo.

La misma argumentación ya expuesta fue planteada varias veces por parte del presidente serbio y el Primer Ministro de Serbia. Ello fue apoyado incluso con el conocido reporte de Kay Eide en donde se pedían "estándares antes del estatus". Sin embrago, todo ello no fue tomado en cuenta ni durante la toma de decisiones políticas en el Occidente, ni tampoco por parte de los medios de comunicación.

En el discurso pronunciado por Hashim Thaçi minutos antes de la proclamación de la independencia de Kosovo, un lugar importante tuvo el tema de la multietnicidad. En los medios de comunicación occidentales ello fue resaltado y subrayado. Nadie constataba que esas palabra fueron pronucniadas en una Priština étnicamente limpia. Lo más que se ha llegado a comentar en los medios de información occidentales es que muchos serbios abandonaron Kosovo y que viven mayoritariamente al norte del río Ibar.

Aparte del embajador ruso, también el embajador chino ante las Naciones Unidas, Wang Guangya, expresó en el Consejo de Seguridad la preocupación de su país y llamó a continuar las platicas entre Belgrado y Priština, hasta alcanzar una solución aceptable por ambas partes. No era posible para ese entonces predecir si las actuaciones de Rusia y de China habían ya utilizado todos los medios para expresar su inconformidad o si se podían esperar nuevas acciones en este sentido.

Los embajadores de EUA, Albert Arias, por un lado, y el de Gran Bretaña, John Sawers, por el otro, declararon tras haber finalizado la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, que ningún país había apoyado la solicitud de invalidar la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo. Seguido, el embajador de Bélgica, Johann Werbeke, leyó una carta conjunta de Bélgica, Francia, Italia, Gran Bretaña, Alemania, Croacia y los EUA, en la que se comunica que el Consejo de Seguridad no puede ponerse de acuerdo acerca de los pasos a seguir en torno al caso de Kosovo y que el plan que reza acerca de la independencia supervisada de Kosovo es la única solución disponible para la estabilidad y la seguridad de la región.

Serbia constató que en el Consejo de Seguridad apenas siete votos fueron emitidos a favor de la independencia, mientras que en el frente del rechazo a ésta se mencionaban Rusia, China, Indonesia, Vietnam, Lybia, Burkina Faso y Sudáfrica. En contra de la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo se declararon también cinco miembros de la Unión Europea: España, Eslovaquia, Chipre, Grecia y Rumanía (la cuál anunció incluso que cerraría su oficina en Priština). Por su lado, al frente opositor a la proclamación de la indepencia de Kosovo se unieron Shri Lanka, Azerbeijan, Kazahstan y Moldavia. Georgia enfrenta un problema serio en este caso, debido a los casos de Osetia meridional y Abhasia, cuyos representantes instan a Moscú a ser reconocidos como países independientes y claman tener mayores razones para ello que Kosovo. Se mencionan igualmente las intenciones de Groenlandia y de las islas Faros para separarse de Dinamarca.

De los países de la ex-Yugoslavia, solamente Bosnia y Herzegovina había declarado, para el martes 19 de Febrero, que no reconocería la independencia de Kosovo. La crisis se agudizó en ese país a raíz de estos acontecimientos. Hay protestas en la República Srpska (RS), en donde grupos de demonstrantes arrojaron pedras en contra de consulados de países del Occidente, mientras que se emitió a la iniciativa del sector de las ONG's para realizar un referendo acerca de la independencia de RS."

(continuará)

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24.2.08

Kosovo: la caja de Pandora demográfica

En el periódico mexicano La Jornada el día de hoy apareció un lúcido comentario de las implicaciones geopolíticas de la independencia de Kosovo, autoría de Alfredo Jalife-Rahme. Aquí lo transcribimos:

"Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme
Kosovo: la caja de Pandora demográfica


¿A pocos días de la elección presidencial en Rusia, la expansionista tripleta de Estados Unidos-Organización del Tratado del Atlántco Norte-Unión Europea (EU-OTAN-UE) humilla al zar geoenergético global Vlady Putin y pone contra la pared al probable próximo presidente Dimitri Medvedev?

En entrevista con Pepe Cárdenas, de Radio Fórmula, sobre la independencia unilateral de Kosovo advertíamos que la tripleta expansionista EU-OTAN-UE no solamente colocaba peligrosamente cara a cara a Rusia y a EU, dos superpotencias nucleares, sino, peor aún, había abierto la caja de Pandora demográfica que, incluso, se le podía revertir a sus autores y brujos aprendices: EU y Gran Bretaña.

A muchos cándidos –quienes desconocen tanto la historia de los Balcanes (donde se desencadenó la Primera Guerra Mundial y se escenificó buena parte de la Segunda), así como las grietas de su fractura tectónica geopolítica entre Rusia y la tripleta expansiva EU-OTAN-UE– les puede sonar descabellado que de nueva cuenta los Balcanes, en general, y Kosovo, en particular, vuelvan a ser el escenario de una guerra mundial, como aduce Jurgen Elsasser (Réseau Voltaire, 9/2/08). Quien esto escribe recuerda que en 2000, invitado por el Instituto de Política y Economía Internacional de Belgrado con posterioridad a los bombardeos que devastaron a Serbia, un geoestratega del Kremlin preguntaba muy atormentado, ante el asedio expansionista de la tripleta EU-OTAN-UE que literalmente había conquistado buena parte de los Balcanes, cuál sería la línea roja que trazaría Rusia, en ese entonces totalmente agazapada en la fase aciaga de Boris Yeltsin y antes de que apareciera la figura redentora de Vlady Putin.

Bajo el mandato del errático Yeltsin, Rusia buscaba desbrujulada su línea roja en los Balcanes para poder detener el embate de la tripleta expansionista de EU-OTAN-UE hacia el mar Negro, que tiene como triple fin: 1. estrangular a Rusia en su flanco occidental; 2. cerrarle el paso al mar Mediterráneo, y 3. conectarse al Transcáucaso, colindancia de los pletóricos yacimientos de hidrocarburos en el mar Caspio.

Bajo el mandato exitoso del zar geoenergético global Vlady Putin, ¿la línea roja de Rusia pasa por Kosovo?

Hasta ahora, después de casi ocho años de mandato regenerador que resucitó a Rusia de los cementerios neoliberales, el zar geoenergético global ha podido detener el embate expansionista de la tripleta EU-OTAN-UE, al menos en el frente terrestre, no así en el espacio, donde el régimen torturador bushiano pretende establecer unilateralmente su nueva hegemonía que ha inquietado tanto a Rusia como a China, quienes han iniciado una colaboración para abolir las “armas de destrucción masiva” en el espacio sideral.

Rusia y China acaban de protestar estruendosamente por la reciente destrucción misilística por el Pentágono de un satélite averiado, que inaugura oficiosamente la carrera armamentista en el espacio sideral.

En la etapa de Vlady Putin, la línea roja de Rusia en el espacio ha sido diáfana y pasa terrenalmente por Polonia y la República Checa, ingenuos candidatos a formar parte del escudo antimisilístico balístico del régimen torturador bushiano. Quizá la citada línea roja también atraviese Ucrania, en caso de que insista suicidarse con su incrustación en la OTAN, lo cual obligará a Moscú a dirigir parte de sus misiles nucleares contra su añeja colonia fraterna.

¿Cuál será el revire de la dupla Putin-Medvedev más allá de la primera semana de marzo?

Pareciera que la tripleta expansionista EU-OTAN-UE está dispuesta a proporcionar migajas a la agazapada minoría serbia cristiana ortodoxa de Kosovo, antes de que sea presa de la limpieza étnica, con el fin de atemperar la furia rusa mediante otra secesión, como deja entrever The Financial Times (20/2/08), en el norte de Mitrovica, arriba del río Ibar.

Para concretar su viabilidad económica, es probable que más adelante –conforme al diapasón del guión estadunidense que juega la “carta islámica” en Europa (al contrario del resto del planeta) para avanzar su agenda geopolítica– los islámicos sunitas albano-kosovares sean anexados a la “gran Serbia” con el fin de comunicarse con el mar Adriático y para mantener la espada de Damocles islámica sobre la cabeza europea (de mayoría cristiana) en caso de rebeldía trasatlántica.

En la citada invitación, quien esto escribe también rememora la angustia del delegado israelí, quien daba como ejemplo la aparatosa reconversión demográfica de la provincia autónoma de Kosovo, que a inicios del siglo XX contaba con casi 80 por ciento de cristianos ortodoxos serbios y el restante de una minoría de islámicos sunitas albano-kosovares. Un siglo más tarde, debido a la poligamia islámica sunnita frente a la monogamia cristiana ortodoxa, los albano-kosovares se han convertido en aplastante mayoría, con cerca de 95 por ciento frente a menos de 5 por ciento de cristianos ortodoxos serbios.

El vuelco es dramático y ha sido aprovechado por la tripleta expansionista de EU-OTAN-EU para socavar el poder de Rusia en las entrañas históricas de Kosovo cuando el poder demográfico es transformado en equivalente de fuerza democrática.

La angustia del delegado israelí no era injustificada cuando las proyecciones demográficas en Israel vaticinan que la presente minoría palestina se convertiría en mayoría en un futuro si las condiciones territoriales y coyunturales permaneciesen sin modificar. De allí la erección del muro ignominioso a lo largo de Cisjordania, que delata la paranoia demográfica de las poblaciones monogámicas frente a los poligámicos (Demografía de Israel 2000-2020, Arnon Sofer, Universidad de Haifa), mensaje que fue llevado a EU por Bibi Netanyahu, ex premier y fundamentalista hebreo del partido Likud, quien en su diatriba racista de entonaciones huntingtonianas ante sus correligionarios de EU calificó a los mexicanos migrantes como los “palestinos estadunidenses”, debido a su crecimiento exponencial frente a los protestantes blancos anglosajones (los WASP, por sus siglas en inglés).

No fue gratuito que luego de las desorbitadas ideas racistas de Bibi, el régimen torturador bushiano haya erigido otro muro ignominioso –casi 50 veces mayor que el muro de Berlín– por las mismas constructoras israelíes a lo largo de la transfrontera con México.

Más allá de importantes anotaciones sobre Kosovo (v. gr. la mafia de los cárteles controlados por la dupla anglosajona), se abrió una caja de Pandora demográfica que en caso de ser imitada puede desencadenar una serie de ominosas balcanizaciones globales que podrían desmembrar a muchos países –siempre y cuando sus provincias separatistas gocen del reconocimiento de una de las dos superpotencias nucleares– y que, incluso, se le pudiera revertir a sus autores como sería el caso cuando los mexicanos de EU reclamen en forma unilateral, primero, su autonomía y, luego, su independencia.

El régimen torturador bushiano juega con el fuego balcanizador y vulcanizador, y pareciera que en lugar de la ley internacional de la ONU, ha optado por el desorden internacional que puede hacer explotar a muchos países a lo largo y ancho del mundo y que, quizá, sirva para encubrir la desintegración del neoliberalismo global anglosajón, que vive su peor momento histórico."

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23.2.08

Otros puntos de vista: Ljubodrag Duci Simonović sobre el nuevo orden mundial, Noam Chomsky, Kosovo y otros temas

El día de hoy, y como es costumbre en este sitio, Eslavos del Sur les trae otros puntos de vista, esta vez a manera de entrevista hecha a Ljubodrag Duci Simonović en el programa "Pitanja i odgovori" ("Preguntas y respuestas") de la televisión por internet TV Palma Plus (directora y conductora del programa: Olivera Miletović), con subtítulos en inglés.

La entrevista se puede ver haciendo click sobre la imágen:


Ljubodrag Duci Simonović nació el 1 de enero de 1949 en la ciudad serbia de Vrnjačka Banja. Terminó la carrera de derecho en la Universidad de Belgrado, seguida de una maestría en derecho en la misma universidad, con la tesis intitulada "El derecho como un sistema cibernético" (asesor Radomir Lukić). El doctorado en filosofía lo obtuvo de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Belgrado, con la tesis "Los aspectos filosóficos del olimpismo contemporráneo" (asesor Prof. Sima Elaković).

Durante diez años jugó baloncesto para el equipo belgradense "Estrella Roja" con el cual conquistó la Copa Europea, además de haberse coronado campeón nacional de Yugoslavia en varias ocasiones. Jugó 109 partidos como parte de la selección nacional de baloncesto de Yugoslavia, con la cual ganó el primer lugar en el campeonato mundial de baloncesto en Ljubljana en 1970 y fue tres veces campeón de Europa. Siete veces fue seleccionado para jugar en la selección all stars de Europa y participó en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972. En señal de protesta por el intento de minimizar el hecho de haberse descubierto que el equipo de Puerto Rico usaba sustancias prohibidas (doping) abandonó los Juegos Olímpicos, después de lo cual fue expulsado de la selección nacional. Vivió un tiempo en Alemania Occidental, donde trabajó en su tesis doctoral en el área de la filosofía del derecho. Durante dos años jugó para el "Bamberg" alemán, época en la cuál batió el record de la Bundesliga alemana en número de puntos por partido (55, sin que existieran en ese entonces los "tres puntos"). Terminó la instrucción formal para entrenadores y dirigió el "Sveresborg" y el "Singsaker", al igual que la selección nacional en Noruega, el "Lifam" de Stara Pazova en Serbia, el "Al Sad" de Qatar, el "Muharak" de Bahrein y el "1.F.C. Bamberg" de Alemania.

Ha publicado los libros: Pobuna robota (La rebelión de los robots), Profesionalizam ili socijalizam (El profesionalismo o el socialismo), Olimpijska podvala ’božanskog barona’ Pjera de Kubertena (El fraude olímpico del "barón divino" Pier de Coubartin) , Sport, kapitalizam, destrukcija (Deporte, capitalismo, destrucción), Filozofski aspekti modernog olimpizma (traducido al inglés como Philosophy of Olympism), Olimpizam i novi svetski poredak (El olimpismo y el nuevo orden mundial, en ruso) y Novi svet je moguć (Un mundo nuevo es posible, traducido al inglés como A New World is Possible).

Fue profesor en varias universidades en la ex-Yugoslavia, en Hannover en Alemania, en Oslo y el Trondheim. Ha sido profesor invitado en estudios de posgrado en Belgrado, Banja Luka y Niš (en Serbia).

En Eslavos del sur fue publicado (traducido por mí al español) el prólogo al libro Un mundo nuevo es posible que escribió junto con su hija Dunja Simonović. Este prólogo fue intitulado Bases de la teoría crítica contemporánea al capitalismo y se puede encontrar aquí (publicado en cuatro entregas):

Parte I
Parte II
Parte III
Parte IV.

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