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11.1.09

Hacia la terminación de conflictos en Bosnia y Herzegovina y en Croacia y el acuerdo de paz de Dayton

La Comunidad Europea no pudo hacer mucho para frenar los conflictos armados de Croacia y de Bosnia y Herzegovina. La deslegitimación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), organismo que quedó marcado como uno impotente e incapaz de poner en práctica las resoluciones de su Consejo de Seguridad, aún cuando existía un grado relativamente alto de consenso, era ya un hecho. El destino de la ONU como mecanismo para crear y mantener la paz fue destruido en las postrimerías de la sangrienta desintegración de Yugoslavia, por no aludir al destino del ”nuevo orden mundial” con los Estados Unidos como la única potencia militar y económica, tan prematuramente proclamada con tanta grandilocuencia.

Josep Palau [Pa96] escribe que las fuerzas armadas musulmanas (o Armija) formadas en el odio reactivo a la violencia serbia, y con medios que llegaban abundantemente del exterior atendiendo a los llamamientos propagandísticos correspondientes, no encontraban la manera de responder exitosamente a su enemigo declarado en el plano militar. Los intentos de las contraofensivas antiserbias en Bosnia oriental y en Bosnia septentrional, así como en los alrededores de Sarajevo, eran siempre contrarrestados. En los breves momentos en que las fuerzas musulmanas avanzaban con escasa profundidad territorial, su comportamiento en las zonas conquistadas para con la población serbia encontrada no merece calificativo distinto al empleado para las situaciones inversas. Las fuerzas bosnio-musulmanas, explica Palau [Pa96], acompañaban su iniciativa militar con las mismas atrocidades.

Sin embargo, comenta el escritor [Pa96, p. 105-108], el ejército bosníaco en formación obtuvo pronto y en distintos episodios, la experiencia de derrotar con más facilidad a las fuerzas croatas que a las serbias. Hacia la segunda mitad de 1993 los dirigentes bosníacos habían consolidado la esperanza de poder evitar la derrota militar, dejando así de ser los perdedores absolutos de la guerra. La dirección bosníaca adoptó la firme determinación de obtener a todo precio grandes avances en Bosnia central hacia el mar Adriático, imponiendo a expensas de Croacia una victoria militar con mayores réditos políticos.

Todos los intentos de las Naciones Unidas, prosigue Palau [Pa96], primero del general canadiense MacEnzie y luego del general francés Morillon, para desmilitarizar la ciudad de Sarajevo chocaban con la testarudez de unos y de otros y, sobre todo, con la premeditada estrategia musulmana de mantener el martirio de Sarajevo a toda costa.

Durante casi dos años, describe el autor [Pa96, p. 112], el modelo de la tragedia cotidiana en la ciudad era la siguiente: generalmente, eran morteros del lado bosníaco quienes provocaban a las fuerzas serbias, las cuales respondían cumplida y masivamente; si se disparaba desde un hospital o desde una escuela persiguiendo respuestas rentables propagandísticamente, del otro lado no dudaban en ”cooperar”. Y, cuando, por alguna razón, las fuerzas serbias no caían en provocaciones, pero se aproximaba algún acto internacional decisivo -Conferencia de Paz, reunión de la OTAN, etc.-, no se dudaba en producir autobombardeo [Pa96] sobre objetivos civiles propios, ya que lo verdaderamente importante era mantener la indignación internacional y la expectativa de intervención a su favor. En su libro The peacekeeper. The Road to Sarajevo, el general MacEnzie ofrece una denuncia contundente del sacrificio de inocentes del propio bando. Se mantienen, sigue Palau [Pa96], bajo secreto oficial los informes de la ONU que, al parecer, confirman esa hipótesis. El coronel ruso Demirenko fue apartado de su puesto en UNPROFOR en agosto de 1995 por rechazar la acusación a los serbobosnios en relación a la tercera masacre del mercado. David Owan también habla de las ”atrocidades en carne propia” en su libro Balkan Odyssey.

La artillería serbia no tenía inconveniente en ser la iniciadora cuando se sentía aburrida. Es muy difícil saber -acaso no se sepa nunca-, especula Palau [Pa96], qué proporción de atrocidades corresponde a cada una de las actitudes, pero está suficientemente documentado que hay de todo lo dicho, y que las actitudes básicas eran las descritas: Sarajevo fue víctima del cerco de unos y del sacrificio deliberado de otros.

El Plan Vance-Owen fracasó finalmente en Bosnia. Su costo elevadísimo de miles de millones de dólares con todo y 70,000 cascos azules provocó frustraciones enormes en la comunidad mundial al arribar a un callejón sin salida. En 1993, se creó un segundo plan de paz, denominado esta vez como el Plan Owen-Stoltenberg, que intentaba volver a los principios confederales fijados tiempo atrás en la ciudad de Lisboa, desestimando el modelo más integrador de las diez provincias. Los dirigentes musulmanes fueron esta vez los que rechazaron este plan en el último minuto al bordo del portaaviones británico Invencible. Palau [Pa96] observa que no obstante, habían sido sucesivamente satisfechas todas sus demandas concretas, como el control del 33% del territorio y formas de acceso al río Sava y al Adriático. Con diversos pretextos, esgrime Palau [Pa96], tomaron la decisión de proseguir con la guerra en la convicción de que se han reunido instrumentos militares bastantes para tener éxito, al menos ante los croatas.

Después de casi tres semanas de intensos bombardeos ejecutados por parte de la fuerza aérea de los EUA bajo el cobijo de la OTAN sobre las fuerzas armadas de los serbios bosnios y su población en general, en 1995, provocadas por la masacre de un mercado en la ciudad de Sarajevo el 5 de febrero de ese año –cuyo origen como se ha visto, es tema de discusión- y antecedidas por un ultimátum de la OTAN, el general Mladić y el dirigente de los serbios bosnios Radovan Karadžić, decidieron empezar a hablar de un proyecto de paz con el presidente serbio Slobodan Milošević y todas las partes involucradas en el conflicto.

Palau [Pa96] se cuestiona, ¿qué empujaba a los americanos a jugar este papel? Al principio, Estados Unidos había afrontado el conflicto de Bosnia-Herzegovina en plena transición entre dos actitudes opuestas en la definición de su papel en el mundo. Bush (padre) representó un impulso por afianzar el liderazgo exclusivo tras el fin de la guerra fría -”el nuevo orden”-. Clinton, por el contrario, abrió el camino de un repliegue, más preocupado por encontrar equilibrios internos en una sociedad americana con síntomas de agotamiento y profundas heridas sociales y considerando que un excesivo papel en el mundo, constituía una inaceptable fuga hacia delante.

Las circunstancias quisieron que la cronología de los acontecimientos en Bosnia y Herzegovina coincidiera perfectamente con la impresión de una continuidad inercial de las lógicas de la Guerra del Golfo, cuando en realidad las reflexiones y las inclinaciones de Washington ya iban en otra dirección. El resultado, según el autor [Pa96], fue la ambigüedad, un ”quiero y no puedo” que produjo no pocos malos entendidos y una confusión nada beneficiosa.

Washington, considerando a Europa responsable de la guerra en su origen, prosigue Josep Palau [Pa96], no ha querido que sea Europa quien haga la paz. Del mal humor reticente en 1993, que contribuyó a destruir los planes Owen y a desestabilizar la misión de la ONU (UNPROFOR), pasó en 1994 a tomar la iniciativa para ejercer en 1995 un liderazgo en exclusiva. Clinton había madurado en los dos primeros años de su mandato la conclusión de recuperar la iniciativa internacional; terminaría por aplicar en 1995 el modelo de Bush (padre) que en su momento había refutado. Eran muchos, explica Palau [Pa96], los retos globales que confluían en la cuestión bosnia: las relaciones con los estados islámicos petroleros, la estrategia en el Golfo Pérsico, los equilibrios en Oriente Próximo. La supeditación de Europa, las relaciones con Rusia, la ampliación de la OTAN... un fracaso americano en Bosnia podía llegar a insinuar un desmoronamiento de su liderazgo global.

Los presidentes de todas las partes en conflicto fueron llevados a Dayton, Estados Unidos, a finales de 1995. Ahí permanecieron cerca de un mes, hasta que lograron llegar a un acuerdo acerca de la distribución de las nuevas fronteras entre sus países en los Balcanes. El acuerdo firmado consistía en el reconocimiento de la soberanía de la República Eslovenia, la República de Croacia, la República Serbio-Bosnia (Republika Srpska) y la Federación Croata-Musulmana en lo que solía ser Bosnia y Herzegovina, la República de Macedonia (cuyo nombre jamás fue aceptado por Grecia y por lo que se sigue llamando desde aquel entonces la Ex-República Yugoslava de Macedonia (FYROM, por sus siglas en inglés)) y la República Federal de Yugoslavia -que abarcaría Serbia y Montenegro-.

Mira Milosevich [Mil00, p. 261, apud. Michael Ignatieff, op. cit., p. 135] comenta que sin embargo, antes de pactar la partición de Bosnia, Slobodan Milošević tenía que estar seguro de que Tudjman iba a apoyar su exigencia del 66% del territorio. Después de la Operación Tempestad (Oluja), tuvo lugar en la Krajina serbia la primera gran limpieza étnica de las guerras de la antigua Yugoslavia, amparada por el pacto de los presidentes serbio y croata, y ante la pasividad de la comunidad internacional: 600,000 serbios huyeron de Croacia. Los serbios que no habían sido heridos en los combates o asesinados por los paramilitares croatas huyeron hacia Serbia en busca de la protección que ya no les ofrecía el Ejército yugoslavo. El más conocido jefe paramilitar, Željko Ražnjatović Arkan, les había tratado de cobardes: ”Como serbio, habría preferido que muriesen todos heróicamente, para que se les recordase como héroes” [Mil00, p. 261, apud. Hartmann, op. cit., p. 239].

Mira Milosevich [Mil00] prosigue describiendo las negociaciones de Dayton como unas que partían del punto de los territorios conquistados durante tres años de guerra. Slobodan Milošević, tal como había acordado anteriormente con Tudjman, ”ganó” más tierras que las pobladas por serbios antes de la guerra. Del 70% del territorio bosnio tomado por los serbios, Milošević aceptó el 49% (sin Sarajevo) que se le ofrecían en el acuerdo [Mil00, p. 262, apud. Hartmann, op. cit., p. 273]. Fue uno de los momentos clave en la vida política de Slobodan Milošević, explica la socióloga, por varias razones: las autoridades internacionales que pusieron las condiciones para la negociación tenían pleno conocimiento de cuál había sido el papel de Milošević. Sabían que era el principal responsable de la guerra en Bosnia. Aún más: tenían en sus manos el archivo y las pruebas de los crímenes llevados a cabo por los grupos paramilitares de Arkan y de su complicidad con el gobierno de Belgrado. Pero no le acusaron de crímenes de guerra. Por el contrario, le estrecharon la mano. No parece lógico hablar de complicidad entre Slobodan Milošević y sus interlocutores extranjeros, dice la autora, pero es obvio que existió un cierto entendimiento entre ellos. Aquí sirve de poco el argumento de que Milošević es un loco [Mil00, p. 263].

Este es el momento fundamental de coincidencia de todas las teorías presentadas hasta ahora en este blog acerca del conflicto de 1992-1995. Dentro de toda la monstruosa y maquiavélica personalidad de Slobodan Milošević que percibe Mira Milosevich [Mil00], para mí, en esos momentos, Slobodan Milošević no era mas que un triste títere ensimismado del Occidente.

Los serbios habían perdido ya su autonomía en la región de la Krajina serbia en Croacia. Parecía que todos los inconformes con el gobierno de Slobodan Milošević se quedarían afuera de las tierras serbias. Todos se preguntaban qué pasaría con Kosovo y de qué sirvieron todos aquellos discursos del ’91. Se comentaba que en algo, Slobodan Milošević tenía razón: todos los serbios sí vivirán en un solo país - el municipio de Belgrado.

En el prólogo al libro Nuevas Constituciones en el territorio de la ex Yugoslavia [Mil94], el Dr. Ranko Petrović comentaba en 1994 (es decir, antes de la llamada Paz de Dayton, resumen de cuyo documento final firmado por todas las partes en conflicto se puede encontrar aqui, lo que servirá aquí para un análisis comparativo que pretendería mostrar las cuestiones por las que se encontraba empantanado el proceso de paz antes de agosto de 1995 y cómo fue resuelto después de la ofensiva militar La Tempestad (Oluja) del 4 de Agosto de 1995 en Croacia y el bombardeo violento de las fuerzas militares de los serbios de Bosnia por la fuerza aérea de los EUA en el verano del mismo año) que:

1) Las situaciones políticas y las concernientes al derecho internacional de los nuevos estados surgidos tras la desaparición de la República Socialista Federativa de Yugoslavia, son diferentes en 1994:
  • la República Federal de Yugoslavia insiste sobre la continuidad jurídica internacional con la anterior RFC Yugoslavia. Esa intención o ese derecho suyo la RF Yugoslavia lo fundamenta con los siguientes dos argumentos: el que son Serbia y Montenegro las únicas dos repúblicas de la ex Yugoslavia que preexistieron como estados independientes, reconocidos en el Congreso de Berlin de 1878, que incorporaron su condición de estados a los cimientos de la ex Yugoslavia y que tienen, sino uno mayor, desde luego un derecho no menor de quedarse en esa unidad federativa en relación a las repúblicas que decidieron apartarse de ésta. Tomando en cuenta que las Naciones Unidas hayan corregido la posición categórica de la Comisión de Badenter (instruida por las Naciones Unidas para definir la situación jurídica internacional de cada uno de los nuevos estados constituidos en territorio de la ex Yugoslavia), que consistía del hecho que Yugoslavia se había desintegrado y que sobre su territorio se habían formado nuevos estados quienes, todos respectivamente, deben pedir un reconocimiento internacional, ya que abandonaron la bandera de Yugoslavia frente el palacio de East River y le posibilitaron a su representante permanente la comunicación con el Consejo de Seguridad y algunos otros órganos del sistema de las Naciones Unidas, aún quedó abierta la cuestión de la situación jurídica internacional de la República Federal de Yugoslavia. Sin embargo, en la práctica, cada vez más países reconocen a la RF Yugoslavia no únicamente de facto, sino también de jure, comunicándose con este país tanto como se lo permitían las sanciones y sobre todo dentro de las negociaciones acerca de la solución general de la llamada crisis yugoslava. Su estatus de continuadora de la SFRJ quedó establecido de jure tras la firma del documento de Dayton.
  • La República de Croacia es reconocida internacionalmente con sus fronteras actuales y aceptada en la ONU en 1992. Hasta 1995, sin embargo, el gobierno croata no controlaba la totalidad de su territorio, ya que se habían delimitado a través del plan Vance territorios bajo protección de la ONU, que entraron dentro de la República Krajina serbia. Este conflicto fue borrado completamente del documento de Dayton con la desaparición de la República Krajina serbia, como se explicará más adelante.
  • La República Eslovenia fue reconocida internacionalmente con sus fronteras actuales y aceptada en la ONU en 1992.
  • La República Macedonia fue reconocida internacionalmente con sus fronteras actuales y aceptada en la ONU en 1992 (con el nombre de la República Ex-Yugoslava de Macedonia, o FYROM, por sus siglas en inglés).
  • La República Bosnia y Herzegovina fue reconocida internacionalmente con sus fronteras actuales y aceptada en la ONU en 1992. Sin embargo, los serbios que representan algo más del 32% de su población no reconocen la legitimidad ni de la presidencia, ni del parlamento, ni del gobierno de Bosnia y Herzegovina. En la actualidad (1994), cerca del 70% de su territorio es parte de la República Srpska. En el territorio de la ex república yugoslava Bosnia y Herzegovina se formó igualmente la federación bosníaco croata. El plan del grupo de contacto aceptado por los musulmanes y los croatas, aunque no por los serbios, prevé una organización interna de la República Bosnia y Herzegovina, como de un estado internacionalmente reconocido en forma de la unión de dos entidades que serán la República Srpska y la Federación Bosníaco Croata, que tendrán derecho a una relación confederal con Croacia, de un lado y con la RF Yugoslavia, del otro. Ello no prosiguió en su totalidad en el documento de Dayton, sobre todo en cuanto a las fronteras sugeridas, sin embargo, los lineamientos generales sí fueron respetados en el docuento redactado en Dayton.
  • La República Srpska es reconocida de facto como entidad en Bosnia y Herzegovina, pero el grado de su autonomía sería precisado y realizado dentro de la realización del plan de paz del grupo de contacto, y finalmente estipulado tras la llamada Paz de Dayton.
  • La República Srpska Krajina fue aceptada de facto como actor en las negociaciones para la solución de las cuestiones abiertas en las relaciones entre los croatas y los serbios en los territorios de la ex república yugoslava de Croacia, pero su estatalidad no había sido reconocida de jure, tomando en cuenta la insistencia del Consejo de Seguridad en la aprobación de la integridad territorial de la República de Croacia, al igual que la propuesta del grupo Z-4 sobre el alto grado de autonomía de los serbios en los territorios donde representan una mayoría en Croacia. Todo ello se solucionaría en detrimento de la población serbia en Croacia con la desaparición de la Republika Srpska Krajina tras la ofensiva del Ejército croata (Oluja) y la expulsión de la población serbia (alrededor de 600,000 personas) de estos territorios en Agosto de 1995, por lo que esta entidad ya no figura en la llamada Paz de Dayton.
  • El acuerdo general para la constitución de la federación bosníaco croata contiene igualmente los principios fundamentales sobre los cuáles ésta había sido fundada en primer lugar. Es reconocida como una de las entidades que, con cierto grado de autonomía, constituirá la unión Bosnia y Herzegovina. Ello sí prosiguió en el documento firmado en Dayton.
    2) Tal como los estado, así las constituciones de las ex repúblicas yugoslavas habían sido creadas en la euforia de la desintegración del anterior país, la glorificación de la identidad nacional y la territorialidad iscónica, dentro de la tormenta de guerra que imponía exclusiones de diferentes índoles en la carrera por la homogeneización y la limpieza étnica de los nuevos estados nacionales. Es por ello interesante e importante ver cómo fueron definidos estos estados según sus constituciones legales:

    • la Constitución de la RF Yugoslavia fue aceptada en 1992 y de acuerdo con ella, es éste ”un estado federal soberano basado en la igualdad de sus ciudadanos y la equidad de sus repúblicas miembros”.
    • La Constitución de la República de Croacia fue aceptada en el año de 1991 y según ella ésta ”se constituía como un estado nacional del pueblo croata y como estado de miembros de aquellos pueblos y minorías, que son sus ciudadanos: los serbios, los musulmanes, los eslovenos, los checos, los eslovacos, los italianos, los húngaros, los judíos y otros, a los cuales se les garantiza la igualdad con los ciudadanos de nacionalidad croata y la realización de derechos de nacionalidad en armonía con las normas democráticas de la ONU y los países del mundo libre”. Condicionando el reconocimiento de Croacia como un estado soberano, la Comisión de Badenter le ordenó a Croacia a implementar una ley aconstitucional especial acerca de los derechos humanos y las libertades individuales y también acerca de los derechos de las comunidades étnicas y de nacionalidad o minorías en la República de Croacia, con lo cual se eliminarían algunas faltas de su Constitución.

    • La Constitución de la República de Eslovenia fue aceptada en 1991 y ésta es ” un estado de todas sus ciudadanas y sus ciudadanos basada en el derecho permanente y no alienable del pueblo esloveno a la autodeterminación”.
    • La Constitución de la República de Macedonia (FYROM) fue aceptada en 1991 y a través de ésta, fue definida como ”un estado soberano y autónomo y cívico y democrático”.
    • La Constitución de la República Bosnia y Herzegovina es, básicamente, la Constitución de la ex república yugoslava Bosnia y Herzegovina con un gran número de artículos posteriormente aceptados. El texto corregido de la Constitución de la República Bosnia y Herzegovina fue aceptado en 1993 y con él ésta fue fundada como ”el estado soberano y autónomo de ciudadanos iguales ante la ley, los pueblos de Bosnia y Herzegovina – musulmanes, serbios, croatas y miembros de otros pueblos que viven en éste”.
    • La Constitución de la República Srpska fue aceptado en 1992. Sin embargo, posteriormente fue añadido a ésta un gran número de artículos. La República Srpska es ”estado soberano del pueblo serbio”.
    • La Constitución de la República Srpska Krajina fue adoptada en 1991 y a través de ella ésta fue definida como ”el estado nacional del pueblo serbio y estado de todos los ciudadanos que en él viven”. Desde Agosto de 1995, ésta región ya no figura ni de jure ni de facto.
    • En el Acuerdo general acerca de la federación bosníaco croata se dice que ”los bosnios y los croatas, como pueblos constituyentes (junto con otros) y ciudadanos de la República Bosnia y Herzegovina, en uso de sus derechos soberanos, transforman la estructura interna de su territorio con la población mayoritaria bosníaca y croata en la República Bosnia y Herzegovina en la Federación que será constituida por las unidades federales con derechos y responsabilidades iguales”.
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    4 Comments:

    Blogger Natalia said...

    Daniel,

    tal vez sea porque yo estoy metida en las mismas, pero ¿se te ha ocurrido publicar todo esto como un libro? ¿una novela con intervenciones de Clío cada tanto? jeje...

    abrazos!

    viernes, enero 16, 2009 6:33:00 p.m.  
    Blogger Daniel Durini said...

    Nat,

    en el 2000, cuando empezó toda esta aventura, la idea principal fue precisamente escribir un libro: "Ocaso en el delta". Sin embargo, al moverlo por algunas editoriales, todo el mundo me aseguró que en México nadie tendría interés en semejantes temas. Lo dejé por la paz y lo convertí en este blog. Ahora, que a alguien como tú todo esto le parezca digno de publicarse como un libro, es el mayor cumplido que haya yo recibido en mucho tiempo. Seguiré con este proyecto. Ahora, si alguien algún día inesperado hace una propuesta en ese sentido... pues, ya lo consideraríamos.

    Un abrazazazazo.

    domingo, enero 18, 2009 11:40:00 a.m.  
    Anonymous Anónimo said...

    Y bueno,

    yo sólo puedo decir-te gracias por compartir toda esta información de manera desinteresada...

    MUCHAS GRACIAS,

    es de muchísma utilidad...

    una única palabra

    GRACIAS!

    domingo, marzo 15, 2009 9:21:00 p.m.  
    Anonymous Anónimo said...

    buenisimoooooooo todo!!

    y se equivoca quien te dijo que nadie en mexico se interesaria por la historia balcanica!

    Saludos!

    jueves, septiembre 03, 2009 11:21:00 a.m.  

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