Introducción al libro "Novi svet je moguć" (Un mundo nuevo es posible), autoría de Dunja y Ljubodrag Simonović - IV
Las bases de la teoría crítica contemporánea al capitalismo
Ljubodrag y Dunja Simonović
IV
Parte I se puede encontrar aqui.
Parte II se puede encontrar aqui.
Parte III se puede encontrar aqui.
El llamado "pensamiento izquierdista" no ha respondido de manera adecuada al desarrollo del capitalismo. Éste ha invertido la mayor parte de sus energías en la vana disputa acerca del pasado- en lugar de enfocar sus esfuerzos hacia el futuro y juntarlos para criticar al capitalismo como a un orden anulador de la vida. En lugar de diseñar nociones contemporáneas que pudieran posibilitar la creación de un concepto político que pudiera servir como una señal de camino para una lucha radical en contra del capitalismo como un orden destructivo, continúa usando las herramientas conceptuales creadas por Marx y Engels, "barridas" por el capitalismo hace mucho tiempo, al igual que la dialéctica de Hegel (Marx), la cuál se puede tomar tan sólo condicionalmente como el punto de arranque para la crítica del capitalismo - ya que su pirámide (histórica) de la libertad está basada en la certeza existencial. El tren capitalista no paró en la estación en la que, según Marx, debió haber parado (por medios de la revolución socialista), y continuó moviéndose - arrastrando a la totalidad de la humanidad hacia el abismo. La teoría del llamado "socialismo científico" el cuál es el equivalente histórico de la teoría del capitalismo como "final de la historia", insiste en el principio absoluto de desempeño y, en ese contexto, en indicadores cuantitativos del "progreso" - hundiéndose por lo anterior sin remedio en las aguas lodosas del capitalismo. No es una casualidad el que se le diera tal importancia al deporte (al igual que a otras formas represivas del ejercicio físico), en el sentido de la ideología de la manía por los récords, en la sociedad soviética. Privado de su esencia humanista, la idea acerca del socialismo de Marx fue transformada en la práctica estalinista en el Este; en el Occidente, muchos "partidos comunistas", tomando el dogma del "socialismo realizado" en la URSS como un hecho, transformaron la práctica soviética en la "idea del socialismo" a la cuál habría que tender. El "proyecto del futuro" ofrecido sigue basándose en la noción que el capitalismo es un orden injusto, no destructivo. La tarea más importante del movimiento global anticapitalista no es únicamente liberar a la humanidad de la opresión sino prevenir su aniquilamiento. Por todo esto la conciencia de las consecuencias del desarrollo del capitalismo representa una conditio sine qua non de la lucha en contra del capitalismo.
La lucha por la supervivencia de la vida y, en este contexto, la lucha en contra del capitalismo, abren una posibilidad para la creación de un movimiento político amplio que superará la clásica división de clases y la lucha de clases, abriendo igualmente la posibilidad para la dilución de la lucha en contra del capitalismo dirigiéndo su energía de aspiración al cambio hacia "proyectos ecológicos" que permanecen limitados a la sanación en vano de las consecuencias del capitalismo y su "mejoría". El capitalismo ha "resuelto" el conflicto entre el determinismo y la libertad - entre los "objetivos potenciales" para la revolución y el voluntarismo revolucionario - destruyendo la herencia emancipatoria (cultural) de la humanidad, al hombre como ser biológico y a la naturaleza. La única solución real (existencial y esencial) sería una guerra total de la humanidad en contra del capitalismo, lo cuál implica el uso de todos los medios que pudieran causar su destrucción. Esta lucha no sería únicamente defensiva, liberadora o revolucionaria, sino una lucha como nunca se ha peleado: una lucha por la supervivencia de la humanidad y por la preservación de la vida sobre la Tierra. Teniendo en cuenta la intensidad de la destrucción global, se vuelve obvio que el comunismo no es una posibilidad meramente libertaria, como lo es para Marx, sino una necesidad existencial.
La "parte positiva" de la globalización capitalista es que inevitablemente genera el movimiento internacional antiglobalizador que evolucionará, con el tiempo, en un frente anticapitalista más radical. De la confrontación con el mundo existente, evolucionará en la lucha por el nuevo mundo. La exclamación de Marx de su Manifiesto Comunista: "¡Proletarios de todos los países, uníos!" - se vuelve un grito libertario y existencial de la humanidad despierta y plenamente conciente. Las demostraciones masivas anti-globalistas son importantes, pero únicamente si forman parte de la lucha diaria en contra del capitalismo. Sino, se vuelven parte del circo político y guían a las energías de aspiración al cambio al extravío. El problema de la lucha política es primordialmente organizacional. Las formas individuales de confrontación no son irrelevantes, sin embargo, no son suficientes para logros esenciales. Si no se cuenta con una lucha organizada, su impacto permanece tan limitado como lo es el de las piedras arrojadas al río revuelto - al cuál se le puede vencer únicamente por medio de fuerzas unidas. La lucha organizada no significa la dominación de la organización sobre el hombre, siempre y cuando ésta esté basada en la iniciativa individual y si cada individuo está conciente del hecho que el problema es la lucha por la supervivencia de la humanidad. Es un desafío, comparados con el cuál, todos los demás problemas en disputa se vuelven casi insignificantes. Entre aquellos que discuten los "problemas de los trabajadores", algunos no están satisfechos con el comportamiento conformista de una parte considerable de la clase trabajadora en los países más desarrollados. Sin embargo, ello resulta de su posición al interior de la sociedad. El que su posición no esté "terminada de entenderse" como sujeto político en la lucha en contra del capitalismo confirma de la mejor manera la "preocupación" de los capitalistas por crear la (auto)conciencia de la clase trabajadora y por prevenir su participación política. De hecho, el descontento de los trabajadores está creciendo, a la par que las formas por conrontarlo están volviéndose cada vez más despiadadas. La "sociedad de consumo" no ha agotado únicamente su propio potencial para integrar a los trabajadores al mundo capitalista, sino que se está desintegrando ella misma y, consecuentemente, se están desmorronando los muros del campo de concentración - en el que se sigue manteniendo a la mayoría de los trabajadores. En cuanto a la "democracia" estadounidense, los ciudadanos de los EUA nunca tuvieron la oportunidad de escuchar la verdad sobre un solo tema del que dependen su libertad y su destino y jamás han participado, como ciudadanos emancipados, en la definición y la implementación de la estrategia del desarrollo social. Viven en un mundo que es una mentira absoluta y nunca tuvieron la oportunidad de escoger realmente. ¿Qué sucederá cuando se caiga la cerca - en una sociedad en la que no existen instituciones democráticas que pudieran ofrecer la posibilidad de articular el descontento de la gente alrededor de objetivos sociales generales?
La filosofía en boga no identifica la confirmación de la autenticidad de sus posiciones en la vida, sino únicamente en la filosofía - y así ad infinitum. Se vuelve una razón institucionalizada, separada del hombre y por ello un vehiculo por evitar las atenciones humanas hacia la toma de decisiones vitales clave - lo que unicamente ayuda al orden gobernante. La coraza conceptual fenomenológica se vuelve el camino hacia la creación de la conciencia virtual en las mentes humanas y hacia la destrucción de la relación razonable del hombre con el mundo. El problema correcto puede ser únicamente el problema concreto histórico. Hoy en día, es el problema de la supervivencia. Los problemas filosóficos "tradicionales" se pueden discutir exclusivamente en el contexto de este problema básico histórico (existencial). De otra manera, crean un laberinto en el que la razón capaz de revelar las tendencias destructivas del desarrollo capitalista, prevenir el aniquilamiento de la vida y ganar la causa por un mundo humano debe desaparecer. Una de las tareas más importantes de la teoría crítica es la de liberar a la mente de la filosofía "tradicional" - la cuál desvía la atención de la mente de los problemas concretos existenciales y esenciales, soluciones de los cuales requieren de una confrontación radical con el orden gobernante y la creación de una nueva sociedad - lo cual es el privilegio de los "filósofos" (ahora reducidos a técnicos intelectuales) y un medio para suprimir la lucha libertaria del hombre : la lucha por la libertad (supervivencia) se vuelve una actividad "no razonable" y consecuentemente pierde la legitimidad de una práctica auténtica que aspira al cambio. La participación política indica la verdadera naturaleza de la filosofía - la cual es tan sólo el caparazón en el que se esconde una razón degenerada a la manera capitalista. Esta razón media entre el hombre y el mundo, facilitando el aniquilamiento de la vida y del hombre como ser razonable. La verdad no es un hecho supra-histórico, alcanzable tan sólo por medio de la ciencia y la filosofía alejada del hombre. Siempre había sido concretamente histórica como lo es, también, la lucha por alcanzarla: hoy en día la verdad es la supervivencia, y la manera de alcanzarla es la lucha por la supervivencia. Este es el fundamento concreto de la "voluntad por el poder" del hombre contemporáneo y el criterio para determinar lo apropiado de la acción política.
La teoría crítica no se esconde detrás del "objetivismo" histórico, sino que posee una orientación política clara basada en los valores: invierte esfuerzos para el aniquilamiento del capitalismo y está basada en el derecho del hombre a la vida y la libertad. No intenta crear una nueva filosofía, pero tiende a abolir la filosofía como una esfera separada que media entre el hombre y el mundo y a implementar el legado emancipatorio de la sociedad moderna simbólicamente expresado en los principios rectores de la Revolución Francesa: Liberté, Egalité, Fraternité. En la filosofía clásica alemana, la cual formó la conciencia del hombre moderno, la noción de la razón se relacionaba con la noción de la libertad. Hoy en día, la razón no es únicamente la precondición para la libertad, sino igualmente para la existencia: la lucha por la razón se vuelve la lucha por la supervivencia.
La teoría crítica del capitalismo se debe modernizar a través de la introducción de nuevas nociones, teniendo en cuenta el hecho que la tendencia del desarrollo del capitalismo influye también en la crítica hacia éste. Dos nociones clave deberían volverse la base para la creación de la teoría crítica moderna del capitalismo: la destrucción de la vida por parte de capitalismo y, en oposición a ello, la práctica humana creadora de vida. Éstos conceptos se encuentran dialécticamente en opuesición: la destrucción totalizadora de la vida efectuada por parte del capitalismo lleva a la integración de la humanidad basada en la práctica totalizadora de la creación de la vida. Si en el pasado se podía aún argüír que no existía un punto de partida claro para la fundación y el desarrollo de una teoría crítica de la sociedad, hoy en día, el aniquilamiento de la vida cada vez más dramático, es decir la naturaleza ecocida del capitalismo, representa el punto unificador de partida tanto para el pensamiento crítico como para la práctica (política) con aspiración al cambio. Ello se relaciona con la naturaleza subjetiva de la libertad y la transformación del potencial objetivo de la libertad, establecido al interior de la sociedad civil, en un potencial realista para la liberación del hombre. El verdadero significado de la lucha no está en alcanzar algún tipo de objetivo supra-humano, sino en el desarrollo del potencial humano y de la sociedad como una comunidad a manera de hermandad de individuos emancipados capaces de manejar de manera directa su propia vida (social). Ello no es una tarea para un hombre abstracto, sino para todo hombre. La humanidad está en peligro, ya que la vida de cada individuo se encuentra en peligro directo. Históricamente, el hombre había tenido la oportunidad de alcanzar su propia humanidad a través de la lucha en contra de la tiranía; hoy en día, tiene la oportunidad de lograr su propia humanidad y la oportunidad de sobrevivir por ese medio - luchando en contra del orden aniquilador de la vida. La disposición de sacrificar su propia vida por la libertad se vuelve la disposición de ofrecer su vida por la supervivencia de la humanidad.
El corredor de la muerte capitalista transforma todo lo que el hombre ha creado -instituciones sociales, tecnología, ciencia, economía, educación, arte, religión, deporte, los medios de comunicación - en un vehiculo para la operación del capital, es decir para el aniquilamiento de la vida. Ninguna esfera social permanece siendo el aliado del hombre. No existe nadie más a quién le podría pedir ayuda más que los otros hombres: la sociabilidad es un imperativo existencial. Sólo ahora, cuando ha sido abandonado, solo en su lucha en contra del capitalismo, tiene el hombre la oportunidad de expresar sus propios valores humanos, de volverse el Hombre real y de transformar su mundo en una comunidad de hombres libres. La batalla más extensa y más dramática jamás librada se está llevando a cabo: o el hombre triunfará sobre el capitalismo, preservará la vida en este planeta y creará el mundo compatible con su propia imagen - o será aniquilado.
Fin.
Ljubodrag y Dunja Simonović
IV
Parte I se puede encontrar aqui.
Parte II se puede encontrar aqui.
Parte III se puede encontrar aqui.
El llamado "pensamiento izquierdista" no ha respondido de manera adecuada al desarrollo del capitalismo. Éste ha invertido la mayor parte de sus energías en la vana disputa acerca del pasado- en lugar de enfocar sus esfuerzos hacia el futuro y juntarlos para criticar al capitalismo como a un orden anulador de la vida. En lugar de diseñar nociones contemporáneas que pudieran posibilitar la creación de un concepto político que pudiera servir como una señal de camino para una lucha radical en contra del capitalismo como un orden destructivo, continúa usando las herramientas conceptuales creadas por Marx y Engels, "barridas" por el capitalismo hace mucho tiempo, al igual que la dialéctica de Hegel (Marx), la cuál se puede tomar tan sólo condicionalmente como el punto de arranque para la crítica del capitalismo - ya que su pirámide (histórica) de la libertad está basada en la certeza existencial. El tren capitalista no paró en la estación en la que, según Marx, debió haber parado (por medios de la revolución socialista), y continuó moviéndose - arrastrando a la totalidad de la humanidad hacia el abismo. La teoría del llamado "socialismo científico" el cuál es el equivalente histórico de la teoría del capitalismo como "final de la historia", insiste en el principio absoluto de desempeño y, en ese contexto, en indicadores cuantitativos del "progreso" - hundiéndose por lo anterior sin remedio en las aguas lodosas del capitalismo. No es una casualidad el que se le diera tal importancia al deporte (al igual que a otras formas represivas del ejercicio físico), en el sentido de la ideología de la manía por los récords, en la sociedad soviética. Privado de su esencia humanista, la idea acerca del socialismo de Marx fue transformada en la práctica estalinista en el Este; en el Occidente, muchos "partidos comunistas", tomando el dogma del "socialismo realizado" en la URSS como un hecho, transformaron la práctica soviética en la "idea del socialismo" a la cuál habría que tender. El "proyecto del futuro" ofrecido sigue basándose en la noción que el capitalismo es un orden injusto, no destructivo. La tarea más importante del movimiento global anticapitalista no es únicamente liberar a la humanidad de la opresión sino prevenir su aniquilamiento. Por todo esto la conciencia de las consecuencias del desarrollo del capitalismo representa una conditio sine qua non de la lucha en contra del capitalismo.
La lucha por la supervivencia de la vida y, en este contexto, la lucha en contra del capitalismo, abren una posibilidad para la creación de un movimiento político amplio que superará la clásica división de clases y la lucha de clases, abriendo igualmente la posibilidad para la dilución de la lucha en contra del capitalismo dirigiéndo su energía de aspiración al cambio hacia "proyectos ecológicos" que permanecen limitados a la sanación en vano de las consecuencias del capitalismo y su "mejoría". El capitalismo ha "resuelto" el conflicto entre el determinismo y la libertad - entre los "objetivos potenciales" para la revolución y el voluntarismo revolucionario - destruyendo la herencia emancipatoria (cultural) de la humanidad, al hombre como ser biológico y a la naturaleza. La única solución real (existencial y esencial) sería una guerra total de la humanidad en contra del capitalismo, lo cuál implica el uso de todos los medios que pudieran causar su destrucción. Esta lucha no sería únicamente defensiva, liberadora o revolucionaria, sino una lucha como nunca se ha peleado: una lucha por la supervivencia de la humanidad y por la preservación de la vida sobre la Tierra. Teniendo en cuenta la intensidad de la destrucción global, se vuelve obvio que el comunismo no es una posibilidad meramente libertaria, como lo es para Marx, sino una necesidad existencial.
La "parte positiva" de la globalización capitalista es que inevitablemente genera el movimiento internacional antiglobalizador que evolucionará, con el tiempo, en un frente anticapitalista más radical. De la confrontación con el mundo existente, evolucionará en la lucha por el nuevo mundo. La exclamación de Marx de su Manifiesto Comunista: "¡Proletarios de todos los países, uníos!" - se vuelve un grito libertario y existencial de la humanidad despierta y plenamente conciente. Las demostraciones masivas anti-globalistas son importantes, pero únicamente si forman parte de la lucha diaria en contra del capitalismo. Sino, se vuelven parte del circo político y guían a las energías de aspiración al cambio al extravío. El problema de la lucha política es primordialmente organizacional. Las formas individuales de confrontación no son irrelevantes, sin embargo, no son suficientes para logros esenciales. Si no se cuenta con una lucha organizada, su impacto permanece tan limitado como lo es el de las piedras arrojadas al río revuelto - al cuál se le puede vencer únicamente por medio de fuerzas unidas. La lucha organizada no significa la dominación de la organización sobre el hombre, siempre y cuando ésta esté basada en la iniciativa individual y si cada individuo está conciente del hecho que el problema es la lucha por la supervivencia de la humanidad. Es un desafío, comparados con el cuál, todos los demás problemas en disputa se vuelven casi insignificantes. Entre aquellos que discuten los "problemas de los trabajadores", algunos no están satisfechos con el comportamiento conformista de una parte considerable de la clase trabajadora en los países más desarrollados. Sin embargo, ello resulta de su posición al interior de la sociedad. El que su posición no esté "terminada de entenderse" como sujeto político en la lucha en contra del capitalismo confirma de la mejor manera la "preocupación" de los capitalistas por crear la (auto)conciencia de la clase trabajadora y por prevenir su participación política. De hecho, el descontento de los trabajadores está creciendo, a la par que las formas por conrontarlo están volviéndose cada vez más despiadadas. La "sociedad de consumo" no ha agotado únicamente su propio potencial para integrar a los trabajadores al mundo capitalista, sino que se está desintegrando ella misma y, consecuentemente, se están desmorronando los muros del campo de concentración - en el que se sigue manteniendo a la mayoría de los trabajadores. En cuanto a la "democracia" estadounidense, los ciudadanos de los EUA nunca tuvieron la oportunidad de escuchar la verdad sobre un solo tema del que dependen su libertad y su destino y jamás han participado, como ciudadanos emancipados, en la definición y la implementación de la estrategia del desarrollo social. Viven en un mundo que es una mentira absoluta y nunca tuvieron la oportunidad de escoger realmente. ¿Qué sucederá cuando se caiga la cerca - en una sociedad en la que no existen instituciones democráticas que pudieran ofrecer la posibilidad de articular el descontento de la gente alrededor de objetivos sociales generales?
La filosofía en boga no identifica la confirmación de la autenticidad de sus posiciones en la vida, sino únicamente en la filosofía - y así ad infinitum. Se vuelve una razón institucionalizada, separada del hombre y por ello un vehiculo por evitar las atenciones humanas hacia la toma de decisiones vitales clave - lo que unicamente ayuda al orden gobernante. La coraza conceptual fenomenológica se vuelve el camino hacia la creación de la conciencia virtual en las mentes humanas y hacia la destrucción de la relación razonable del hombre con el mundo. El problema correcto puede ser únicamente el problema concreto histórico. Hoy en día, es el problema de la supervivencia. Los problemas filosóficos "tradicionales" se pueden discutir exclusivamente en el contexto de este problema básico histórico (existencial). De otra manera, crean un laberinto en el que la razón capaz de revelar las tendencias destructivas del desarrollo capitalista, prevenir el aniquilamiento de la vida y ganar la causa por un mundo humano debe desaparecer. Una de las tareas más importantes de la teoría crítica es la de liberar a la mente de la filosofía "tradicional" - la cuál desvía la atención de la mente de los problemas concretos existenciales y esenciales, soluciones de los cuales requieren de una confrontación radical con el orden gobernante y la creación de una nueva sociedad - lo cual es el privilegio de los "filósofos" (ahora reducidos a técnicos intelectuales) y un medio para suprimir la lucha libertaria del hombre : la lucha por la libertad (supervivencia) se vuelve una actividad "no razonable" y consecuentemente pierde la legitimidad de una práctica auténtica que aspira al cambio. La participación política indica la verdadera naturaleza de la filosofía - la cual es tan sólo el caparazón en el que se esconde una razón degenerada a la manera capitalista. Esta razón media entre el hombre y el mundo, facilitando el aniquilamiento de la vida y del hombre como ser razonable. La verdad no es un hecho supra-histórico, alcanzable tan sólo por medio de la ciencia y la filosofía alejada del hombre. Siempre había sido concretamente histórica como lo es, también, la lucha por alcanzarla: hoy en día la verdad es la supervivencia, y la manera de alcanzarla es la lucha por la supervivencia. Este es el fundamento concreto de la "voluntad por el poder" del hombre contemporáneo y el criterio para determinar lo apropiado de la acción política.
La teoría crítica no se esconde detrás del "objetivismo" histórico, sino que posee una orientación política clara basada en los valores: invierte esfuerzos para el aniquilamiento del capitalismo y está basada en el derecho del hombre a la vida y la libertad. No intenta crear una nueva filosofía, pero tiende a abolir la filosofía como una esfera separada que media entre el hombre y el mundo y a implementar el legado emancipatorio de la sociedad moderna simbólicamente expresado en los principios rectores de la Revolución Francesa: Liberté, Egalité, Fraternité. En la filosofía clásica alemana, la cual formó la conciencia del hombre moderno, la noción de la razón se relacionaba con la noción de la libertad. Hoy en día, la razón no es únicamente la precondición para la libertad, sino igualmente para la existencia: la lucha por la razón se vuelve la lucha por la supervivencia.
La teoría crítica del capitalismo se debe modernizar a través de la introducción de nuevas nociones, teniendo en cuenta el hecho que la tendencia del desarrollo del capitalismo influye también en la crítica hacia éste. Dos nociones clave deberían volverse la base para la creación de la teoría crítica moderna del capitalismo: la destrucción de la vida por parte de capitalismo y, en oposición a ello, la práctica humana creadora de vida. Éstos conceptos se encuentran dialécticamente en opuesición: la destrucción totalizadora de la vida efectuada por parte del capitalismo lleva a la integración de la humanidad basada en la práctica totalizadora de la creación de la vida. Si en el pasado se podía aún argüír que no existía un punto de partida claro para la fundación y el desarrollo de una teoría crítica de la sociedad, hoy en día, el aniquilamiento de la vida cada vez más dramático, es decir la naturaleza ecocida del capitalismo, representa el punto unificador de partida tanto para el pensamiento crítico como para la práctica (política) con aspiración al cambio. Ello se relaciona con la naturaleza subjetiva de la libertad y la transformación del potencial objetivo de la libertad, establecido al interior de la sociedad civil, en un potencial realista para la liberación del hombre. El verdadero significado de la lucha no está en alcanzar algún tipo de objetivo supra-humano, sino en el desarrollo del potencial humano y de la sociedad como una comunidad a manera de hermandad de individuos emancipados capaces de manejar de manera directa su propia vida (social). Ello no es una tarea para un hombre abstracto, sino para todo hombre. La humanidad está en peligro, ya que la vida de cada individuo se encuentra en peligro directo. Históricamente, el hombre había tenido la oportunidad de alcanzar su propia humanidad a través de la lucha en contra de la tiranía; hoy en día, tiene la oportunidad de lograr su propia humanidad y la oportunidad de sobrevivir por ese medio - luchando en contra del orden aniquilador de la vida. La disposición de sacrificar su propia vida por la libertad se vuelve la disposición de ofrecer su vida por la supervivencia de la humanidad.
El corredor de la muerte capitalista transforma todo lo que el hombre ha creado -instituciones sociales, tecnología, ciencia, economía, educación, arte, religión, deporte, los medios de comunicación - en un vehiculo para la operación del capital, es decir para el aniquilamiento de la vida. Ninguna esfera social permanece siendo el aliado del hombre. No existe nadie más a quién le podría pedir ayuda más que los otros hombres: la sociabilidad es un imperativo existencial. Sólo ahora, cuando ha sido abandonado, solo en su lucha en contra del capitalismo, tiene el hombre la oportunidad de expresar sus propios valores humanos, de volverse el Hombre real y de transformar su mundo en una comunidad de hombres libres. La batalla más extensa y más dramática jamás librada se está llevando a cabo: o el hombre triunfará sobre el capitalismo, preservará la vida en este planeta y creará el mundo compatible con su propia imagen - o será aniquilado.
Fin.
4 Comments:
Muy interesante tu disertación, comparto muchas cosas y otras no, pero sobre todo destaco que hay algunas udeas que me hecen reflexionar. Lo importante es que creo en el mismo fin ulterior que expresas. Saludos desde Caracas.
Domingo,
Antes que nada, muchísimas gracias por tu comentario. Ahora, el escrito es la parte introductoria del libro "Un mundo nuevo es posible", autoría de Duci y Dunja Simonovic, ambos de Belgrado, Serbia. A mí también me hicieron reflexionar la mayoría de las posturas aquí expresadas, y también hay otras tantas que no comparto. Como quiera que sea, me pareció que la suya es una voz a la que había que darle difusión. Es por ello que decidí traducir el escrito al español.
Un gran saludo y espero sigamos en contacto,
Daniel.
Este blog me parece genial.
Ultimamente he estado muy interesado en profundizar mis conocimientos acerca de Yugoslavia y su desmoronamiento, y gracias a este tipo de entradas he comprendido muchas cosas, que por este lado del mundo intentan ocultar.
Desde San Cristóbal,Venezuela, envio un saludos!!
Gracias por la traducción y ojalá algún día todos estemos aquí para ver el amanecer de un nuevo mundo.
saludos :)
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