Bueno, aunque este tema no se encuentra directamente ligado a los eslavos del sur, desde el jueves pasado me he topado muchas personas provenientes del sudeste de Europa disfrutando de estas festividades a todo lo que daba. Y como actualmente vivímos Lizette y el que esto escribe aquí en Alemania, presento aquí algo que escribí el año pasado en algún otro espacio de la interneta y, como casi nada ha cambiado al menos sustancialmente, se los transmito aquí en exclusiva para
Eslavos del sur para su disfrute.
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03.02.2005
Hoy por la mañana, trasladándome de Essen a Duisburg por tren, noté que algo extraño ocurría a mi alrededor. Decenas de personas vestidas con una variedad impresionante de disfraces llenaban el tren que, después de pasar por Duisburg, llegaría a su destino final: Colonia. Todos cantaban y golpeaban las puertas o las escaleras del tren. Unos payasos bebían de un abotella de vino, mientras una
squo, sentada al lado de su venerado jefe de tribu probablemente
Cheyenne, contaba un chiste que era celebrado con ruido por un cirujano, al parecer recién salido del quirófano, dos diablos, un vaquero, dos punks y un cura. Al otro lado del tren dos prostitutas eran acompañadas por un soldado en batalla y un hombre con sombrero en forma de gallina. Los tres se terminaban con velocidad inusual unas pequeñas botellitas de
schnaps alemán que les eran ofrecidas por un mexicano excepcionalmente güero, al parecer recién desembarcado de alguna rancherría de Hollywood. Desde que la fría mañana me encontró en el anden número 2 de la estación principal de trenes de Essen, y hasta que finalmente arribé al instituto en Duisburg, no paré de reír. ¿Se habrán vuelto locos los alemanes?
Llegando a la oficina, finalmente me explicaron que hoy es el llamado
Weiberfastnacht: parte de las celebraciones cristianas del carnaval. El climax de estas celebraciones es el día lunes, 7 de Febrero, en este 2005. La mayoría de los alemanes tendrán ese día la tarde libre para poder trasladarse disfrazados al lugar de la fiesta del carnaval, normalmente el centro de casi todas las ciudades, al menos en Nordrhein-Westfallen. De hecho, las celebraciones fuertes serán llevadas a cabo desde el día de hoy. El
Rosenmontag, es decir el próximo lunes es el día que tendremos libre también en el instituto.
Originalmente, el carnaval era una fiesta pagana. Nació, de hecho como continuación a la tradición de los adoradores del culto a Deonisio, el dios del vino. Aquí, en Alemania, esta tradición romana se mezclo incluso con la celebración del arribo de la primavera y la victoria sobre los terribles espíritus invernales efectuada por las tribus germanas. Con el arribo del cristianismo, ambas tradiciones se fundieron e interpretaron como el simbólico inicio del ayuno que termina con la Semana Santa. De hecho, el nombre mismo del carnaval (
carne vale) proviene de este contexto. De manera oficial, la temporada del carnaval inicia el 11 de Noviembre (11.11.) a las 11:11 del día, y continúa sin mucho entusiasmo por los próximos tres meses. La verdadera fiesta sin embargo, inicia en Febrero o Marzo, exáctamente 7 semanas antes de la Pascua. Esta es la semana en la que la gente tiene la oportunidad de "enloquecer" y comportarse como quiera, sin mayores impedimientos, antes del inicio del ayuno y la Semana Santa.
El jueves antes del Miércoles de Ceniza, este año el día de hoy, 3 de Febrero, se conoce como
Weiberfastnacht, o "La noche del carnaval para mujeres". Tradicionalmente, en esta noche, las mujeres tienen derecho a cortarle la corbata a cualquier hombre (caballero) que encuentren. (Afortunadamente, casi nunca uso corbata.) Igualmente, se le permite a las mujeres besar a quién quieran. De manera que los y las solteras el día de hoy pueden darle alas a la imaginación y la acción.
El siguiente lunes se conoce como
Rosenmontag. En este día toman lugar varias procesiones callejeras con máscaras, trajes y demás parafernalia propia de un carnaval. El martes de carnaval, que viene siendo el día posterior al
Rosenmontag, es el último día del carnaval, en el que toman lugar la mayoría de las festividades.
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05.02.2005
Resulta que nos dirigimos la Chascona, su cuata y el que escribe, en ánimo fiestero (y por primera vez en la vida), a la tradicional sede de la fiesta más alocada de carnaval en Alemania: la ciudad de Colonia (
Köln) y su afamada
Alaaf. Dicha ciudad fue fundada por Agrippina, oriunda de Colonia, esposa del emperador Claudio de la Roma antigua, en el año 50 d.C. El lugar, llamándose en ese entonces "Colonia" en latín, obtuvo estatus de "ciudad" gracias a las intervenciones imperiales.
Al salir de la estación principal de trenes, justo de frente, nos encontramos con el afamado Domo de Colonia, la iglesia gótica por excelencia, terminada en 1850 con el aspecto que hoy le conocemos (con todo y los daños que le propiciaron los bombardeos aliados en la II G.M.), construida sobre la antigua iglesia dedicada a los Reyes Magos, que databa del año 1248. Sus imponentes torres me dejaron, desde luego, sin aliento por unos instantes. Desgraciadamente, por ser época de carnaval, no se nos permitió la entrada al edificio, por lo que pudimos apreciar su belleza únicamente desde afuera.
Bueno, como ya había platicado, desde el jueves anterior, toda la región del Rhin, sobre todo su parte norte (
Nordrhein), andaba enloquecida. Todo el mundo disfrazado, bailando y cantando: en los trenes, los bares, los cafés, las calles... Todo el mundo sonriente y bienhumorado. Tal era nuestra sorpresa ante semejante cambio de actitud de los, en cualquier otro momento, extremadamente secos, fríos y sobremanera "educados" alemanes, que la Chascona le tuvo que explicar en reiteradas ocasiones a su hermana que aquello no era lo normal, ni lo común.
Fuímos a Colonia en sábado, no en lunes (
Rosenmontag) cuando toma lugar el principal desfile y al que este año asistió más de un millón de personas. Lo anterior nos pareció muy afortunado, por que en sábado, por la noche, participamos activamente (ya disfrazados con pelucas multicolores) en un desfile informal, organizado por la gente de toda la región. Caminamos y bailamos por todas las calles del centro de Colonia al ritmo de música de percusión de variadas bandas y orquestas (algunas preparadas, otras improvisadas) que amenizaban la "marcha". Había incluso puestos ambulantes de cerveza, "caipirinha" brasileña, y "schnaps" alemán por todos lados. Era vaciado ir por la calles y observar a la gente disfrazada que saludaba desde sus casas o bares (
Kneipes) a la "procesión" festiva, cantando o bailando en pequeñas fiestas privadas organizadas por toda la ciudad. Nos la pasamos sorprendentemente bien, tan bien que la fiesta no se acababa ni en la estación de trenes al regreso a Essen, ni en el mismo tren. El carnaval nos acompañó prácticamente hasta la entrada del departamento.
La vez pasada, hablaba yo de las donas y las festividades del martes posterior al "Rosenmontag". Al parecer, eso es característico del carnaval de Munich (München). Aquí, en Nordrhein-Westfallen, en especial en las ciudades atravesadas por el Rhin, las máximas celebraciones son el
Weiberfastnacht y el
Rosenmontag, y en Colonia se consumen brezels (aunque realmente no exista una comida típica del carnaval) y la cerveza
Kölsch, típica de la ciudad.
Köln: Alaaf!, Fotos tomadas por Lizette y Daniel, Febrero, 2005.
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07.02.2005
El lunes, 7 de febrero de este 2005, viajábamos en tren hacia la ciudad de Düsseldorf, a unos 40 minutos de Essen. Los vagones se encontraban repletos, y éste epíteto de hecho adquiría nuevos significados al encontrarse aplicado a lo que al interior del
Regional Bahn se refiere, atiborrado éste de gente disfrazada de las más variadas formas, tomando cerveza y cantando o riendo a carcajada suelta.
Finalmente, habíamos llegado. A diferencia de la mayoría de las ciudades alemanas, la calle principal de Düsseldorf, o el río Rhin, no se encuentran directamente frente a la estación de trenes. Es preciso caminar, de hecho, un buen tanto para alcanzarlos. Y seguimos el camino, acompañádos de un sinnúmero de personas.
El día se respiraba alegre, el cielo despejado, el sol en todo lo alto. Llegámos al primer cruce de calles importante y nos encontramos con un escenario montado, bardas, puestos de comida y bebida... y mucha gente disfrazada. Decidímos quedarnos en ese lugar. A los pocos minutos (o ni tanto, pero ya no importaba el tiempo transcurrido), inició el desfile: carros alegóricos, festivos, coloridos, llenos de personas disfrazadas aventando dulces a la gente que parados a un lado del camino gritábamos a la menor provocación: "HELAU!!!!", que es el nombre oficial del carnaval en Düsseldorf. Así que al grito de Düsseldorf: HELAU!!!!, los dulces, chocolates, cacahuates, juguetes de hule y demás artefactos (al parecer se aventaron al público alrededor de 7 toneladas de dulces), volaban hacia las manos, bolsas, capuchas, bolsillos o lo que se encontrase de los espectadores. Desfilaban diferentes compañías, agrupamientos de trabajadores de la ciudad, escuelas, porristas con sus mini-falditas, los jubilados, las escuelas de baile creyéndose brasileñas, unos peruanos graciosos, personajes a caballo vestidos con uniformes del siglo XVIII, un carro alegórico presentando a Bush con una cruz cristiana en forma de metralladora disparándo, sobre la cual se podía leer: "
God bless America".
Estuvo divertido, sin embargo notamos un ambiente un tanto menos festivo y más agresivo que el presenciado en Colonia el sábado anterior, mucha más basura, mucha más gente... Y uno era reducido a papel de observador, no participante del desfile del carnaval. Aprendímos que en Düsseldorf no es muy buena idea pedir una
Kölsch en un bar, ya que existe una tensión y competencia históricas con Colonia. De hecho, dependiendo de donde se escuche la frase, la connotación de que "sobre el Rhin exista una ciudad y un pueblo", va cambiando. Aquí la cosa era pedir una
Düsseldorfer Alt. Y seguir la fiesta en muchos de los estántes con música alemana folclórica u ochentera (que a nosotros no nos hace nada felices, pero que a los alemanes los prende de sobremanera). Y sin más remedio, pues también nosotros nos unimos a las celebraciones.
Düsseldorf, HELAU, fotos tomadas por Lizette y Daniel. Febrero, 2005.
Y nomás para no aguantarme la tentación última de este año: ¡¡¡¡¡
Düsseldorf, HELAU!!!!!