Otros comentarios sobre Kosovo...
"(...) El problema de Kosovo y su futuro cercano no son para nada un problema trivial. Las discusiones que abarcan este tema llevadas a cabo al más alto nivel tanto en la UE como en los EUA, lo comprueban. Los intereses sobre Kosovo, según yo, giran alrededor del programa de transporte del gas natural y el petróleo desde las orillas del mar Caspio (y con Turquía convertido en el actor más importante de la carrera económica por dominar los negocios de los gaseoductos y los oleoductos) hacia Europa Occidental, cuyas directrices se pueden encontrar dentro del proyecto denominado INOGATE (sobre el que ya se había escrito en este blog aqui y aqui). Asegurar el control militar de la infraestructura de transporte de los energéticos, al igual que el apoderamiento de sus fuentes, son los ejes principales alrededor de los cuales giran los intereses en disputa de los EUA, la UE, Rusia y China por igual (en todo el mundo y si no, pregúntemosle a los libaneses). La creación de protectorados militares de la OTAN en los Balcanes, por ejemplo en Kosovo, en la parte norte de Macedonia, en Bosnia y Herzegovina, en Afganistán, Palestina, Libano e Iraq, obedecen desde luego esta misma lógica.
Ahora, a una escala más local, las discusiones sobre el problema de Kosovo son, por decir lo menos, amañadas. Muchos hablan que los albaneses son el 90% de la población de Kosovo, mientras que los serbios forman 10% de la población de la provincia (que es correcto), sin embargo los mismos datos se podrían interpretar de otra manera: Kosovo pertenece a Serbia y por ello, la población albanesa representa alrededor del 6% de Serbia y aún así se quieren quedar con parte (15%) de su territorio. Esta lucha no es nueva y fue estimulada por las fronteras creadas por el Imperio Otomano, luego las de la I Guerra Mundial diseñadas a raíz de la invasión italiana, al igual que las propias de la II Guerra Mundial. En todos los casos, la parte meridional de Kosovo (y en el primer caso, la totalidad de su territorio) le fue anexada a Albania.
Pero, Kosovo es también el meollo del mito cultural serbio [1] y allí se encuentran la mayoría de sus monasterios y monumentos culturales del medievo (que atestiguan la grandeza del primer Estado serbio). Finalmente, la misma lógica del derecho a la autodeterminación se le está negando a los serbios de la República Srpska en Bosnia y se les negó a los serbios de la Krajina croata (antes serbia), ambas regiones en las que representan (o representaban antes de 1995, en el caso de Krajina) más del 95% de la población.
Y bueno, seguirían las discusiones acerca del patrocinio de la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (KLA, por sus siglas en inglés) por parte de los EUA y los entrenamientos provistos por parte de la CIA, al igual que un sinnúmero de otras cuestiones más. Y tampoco ayuda la actitud entreguista del gobierno serbio en turno, víctima de la política del "palo y la zanahoria", que nada más ha obtenido palos, mientras que la zanahoria (léase, la entrada a la UE) se vuelve cada vez menos probable. Por ello mismo, las declaraciones de Kostunica dan fe de la creciente presión política al interior de Serbia. Finalmente, el futuro estatus de Kosovo parece ya decidido en los más altos círculos de la diplomacia internacional, lo que reduce el proceso de platicas guiadas por Martti Ahtisaari, el enviado especial de Kofi Annan, a un circo lamentable. Kosovo probablemente se vuelva independiente para finales de este año (muchas voces mencionan ya noviembre) y ello provocará una desetabilización tremenda en la región, debido a aspiraciones independentistas de los musulmanes de la región serbia de Sandzak, los albaneses de la parte norte de Macedonia y la parte meridional fronteriza del recién independizado Montenegro, los húngaros de la provincia serbia de Vojvodina, los serbios de la República Srpska bosnia, los croatas de la Federación Bosnia y Herzegovina, los albaneses de Macedonia y de Grecia, etc.
Esto no ha terminado y el barril de pólvora sigue a punto de la explosión, como siempre."
Para ir profundizando en el tema, es interesante que a partir de las declaraciones del Primer Ministro serbio, Vojislav Koštunica, en sentido de que Serbia no abandonará la soberanía de la República Serbia y sus fronteras internacionales, parte de las cuales forma su sureña provincia de Kosovo, el Ministro del Exterior de Eslovenia Dimitrij Rupel haya lanzado el grito al cielo, percepción de casi todos los moldeadores de opinión del Occidente que, como lo señala uno de los editoriales del Washington Times, tachan a los serbios de intransigentes. Y es interesante señalar que el gobierno serbio aceptó, en las platicas sobre las cuales ya se ha escrito aqui, sentarse a la mesa de negociaciones vanas y simuladas, frente a autoridades kosovares (como si Kosovo no perteneciera a Serbia), en una extraña homologación de cargos, en la que se reconoció por parte del gobierno serbio como contraparte válida a Agim Çeku, el actual Primer Ministro de Kosovo y militar buscado por el Tribunal de La Haya por supuestos crímenes de guerra cometidos en contra justamente de la población serbia en Kosovo y antes de ello en Croacia, como ya se había comentado aqui. Y los serbios no están exigiendo la incondicional reincorporación de Kosovo bajo el orden constitucional de la República Serbia, ni tampoco la plena implementación de la Resolución 1244 de la OTAN que puso fin a los bombardeos de la OTAN en contra de la totalidad del territorio serbio en 1999 (a causa de la muerte de 2,108 personas, entre albaneses y lo que no lo eran que el Occidente tachó de genocidio llevado a cabo por parte del régimen de Slobodan Milošević en contra de la población albanesa de Kosovo, como ya se había comentado aqui), que en su apartado número 4 por ejemplo, indica que se le permite a la policía y al Ejército de la entonces República Federal de Yugoslavia (cuyo sucesor legal es la República Serbia) reforzar sus fronteras internacionales lo que, sobra decirlo, jamás fue permitido por las fuerzas armadas de la OTAN y la ONU.
De hecho, como se comenta en este artículo del Global Chalenges Research de la AIA, lo que llama la atención son las declaraciones de Tomislav Nikolić, el líder del Partido Radical Serbio (SRS, por sus siglas en serbio/croata), y sucesor en este cargo del enjuiciado en La Haya Vojislav Šešelj, de que si se impone su independenica, Serbia luchará militarmente por Kosovo -hay que tomar en cuenta que 40% del electorado serbio muestra simpatías con el SRS, aunque el 60% toleraría la secesión de Kosovo, según el mismo artículo-, que siguieron el llamado emitido en el último reporte de la ONG llamada Grupo Internacional para las Crisis (International Crisis Group) para fundar un Ejército propio para Kosovo, que sería una institucionalización del criminal KLA.
Y aquí le paro que todo esto posee ya un insoportable olor a pólvora...
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[1] En cuanto al meollo del mito cultural serbio de Kosovo (es decir la batalla perdida en contra del ejército otomano en 1389 en Kosovo polje (Campo de mirlos, en serbio/croata) y la masacre que la acompañó), de lo que ya se escribió aqui y aqui en este blog, es preciso recordar que:
"Como es conocido, en las canciones del ciclo de Kosovo, comenta Vojislav Djurić, existen tres causas de la derrota: la supremacía del ejército turco, la voluntad divina y la traición de Vuk Branković. La primer causa citada se encuentra resaltada en varias canciones. Sin embargo, la causa real y decisiva de la derrota no está en ello. Si Dios no lo hubiera dispuesto así y si Vuk no hubiera traicionado, el mayor número de turcos en la batalla sería un hecho sin trascendencia. Esta causa ni siquiera la toma en cuenta Konstantin Filozof. Según él, la voluntad divina es la única causa de la tragedia, como ya se vio en la cita anterior. Según este historiador, Lazar y sus guerreros se ganaron el ”reino de los cielos” según la voluntad de Dios y a través de la lucha. El concepto acerca del ”reino de los cielos” ganado por los valientes guerreros es muy antiguo, mucho más antiguo que la cristiandad [Dju61]. Sólo es cuestión de recordar el Poema sobre Guilgamesh de los Sumerios y Babilonios o el Mahabharata de la India. Para Konstantin Filozof, el ”reino de los cielos” se gana a través de batallas, sin embargo esta vez a través de una batalla que termina en derrota. La decisión acerca de ”nuestra” derrota la tomó ”nuestro” Dios – en concordancia con la enseñanza cristiana que plantea que los sacrificios terrenales son bonificados con premios en los cielos [Dju61]."
En pocas palabras, a través del sacrificio de su vida propia y la de sus caballeros en la batalla perdida de Kosovo polje, el conde Lazar ganó un lugar en el cielo para todos los serbios.
Allí nomás...