La entrevista con el Dr. Nenad Kecmanović (II)
Aquí, traduzco la segunda parte de la entrevista que le realizó el periódico Novi Reporter de Banja Luka (República Srpska de Bosnia y Herzegovina (ByH)), en su No. 155, del 01 de marzo del 2006, al Dr. Nenad Kecmanović, el ex-profesor y ex-decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Sarajevo y ex-rector de la misma universidad y actualmente profesor de tiempo completo y jefe del Departamento de Politicología de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Belgrado y profesor invitado en las universidades de Banja Luka y Sarajevo Oriental. La entrevista fue realizada por Slobodan Durmanović. Las posturas expuestas en la entrevista son, como siempre, ajenas a la postura del que esto escribe o de este proyecto en general. La primera parte de esta entrevista se puede encontrar en este blog aqui.
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Novi Reporter: ¿Por qué habrían de comportarse de manera diferente si no existe una autoridad que pudiera sancionar su actuar basado en voluntad propia?
Kecmanović: El trato basado en maneras violentas no es bueno ni para la UE, ni para los EUA, ni para el sistema internacional, ya que provoca en el otro lado un exceso de humillación y sentimiento que temprano o tarde puede explotar en desencadenamientos asesino-suicidas de odio. El terrorismo islámico en el mundo habría que observarlo igualmente con ese sentido político internacional, y no únicamente en el sentido religioso fundamentalista. Probablemente semejantes analogías resultan irreales en el caso de esta generación de los serbios bosnios, que cansada y exhausta por la guerra civil pasada ha gastado sus energías rebeldes, pero los Estados no se crean para uso temporal. Van madurando las generaciones que crecieron en la guerra y que no ven en los bosnios y herzegovinos de otras nacionalidades a ex-vecinos, como es el caso entre la gente de mi edad, sino enemigos que les asesinaron al padre, violaron a la hermana, hirieron al hermano, quemaron la casa; y en la comunidad internacional al enemigo que les impuso una paz injusta.
Novi Reporter: ¿Podría funcionar la estructura basada en dos entidades de ByH en el territorio de Kosovo?
Kecmanović: Yo no concuerdo con la aplicación del modelo de Bosnia en Kosovo, sino con la aplicación del modelo kosovar en Bosnia. En otras palabras, apoyo la separación tanto de Kosovo como de la República Srpska, y no el que la entidad permanezca dentro de ByH en el segundo caso, o en forma de provincia dentro de Serbia, en el primero. Y lo anterior no por que personalmente prefiera esta solución, sino por que la considero inminente. Si lo vemos de manera racional, las uniones estatales mayores suponen muchas ventajas económicas y otras. Sin importar el grado de su heterogeneidad nacional, en principio, siempre se pueden encontrar soluciones que satisfagan a todos. ¿Acaso no carecían de sentido igualmente los anteriores divorcios entre los YU-Estados, con un decisión paralela de todos los nuevos paisítos de volverse a encontrar todos juntos dentro de la UE? Sin embargo, la democracia inició el desborde de soberanías fragmentadas en el mundo post-comunista y la comunidad internacional no ha encontrado medios diplomáticos para poderlo parar. En Kosovo y en la (República) Srpska las cosas están ya prácticamente listas. Existen concentraciones nacionales con 90% de participación en el número total de habitantes, en territorios claramente separados. Existe un ambiente plebiscitario de los pueblos que favorece la separación. Existe un derecho democrático de decidir voluntariamente la separación. Lo único que falta es institucionalizar lo que ya existe.
Novi Reporter: ¿Reconoce entre los líderes de Serbia la determinación para contribuír a semejante resolución?
Kecmanović: Cuando se habla de Kosovo, me parece que los políticos en Belgrado están, y no un poco nada más, bloqueados emocional y psicológicamente. Y no es para sorprenderse. Las generaciones de sus antecesores siempre encontraron soluciones más o menos efectivas para la provincia meridional. Lugo, a ese territorio está ligada la historia nacional, y además, la tradición ortodoxa... Me parece que para ellos la idea del "trueque" de la República Srpska por Kosovo sí resulta racionalmente aceptable, pero no les es subjetivamente lo suficientemente cercana. Finalmente, todos ellos nacieron o crecieron en Serbia, cuya parte la constituye Kosovo, mientras que la RS es algo recién creado, localizado allá al otro lado del (río) Drina. Alguien podría decir que mis limitaciones van en sentido opuesto, pero yo considero de manera completamente fundamental el que se tenga que terminar el proceso de la formación de los Estados nacionales en los Balcanes. Se deshizo primero el bloque del Este sobre los zurcos de los Estados nacionales. Se deshicieron posteriormente las tres federaciones socialistas formando unos veinte Estados nacionales. En estos momentos, ese proceso inminentemente está tocando a la puerta de los Estados multinacionales en los Balcanes Occidentales. A pesar de las intenciones de la comunidad internacional de resguardar al menos las fronteras externas formales de ByH, SCG (Serbia-Montenegro, N. del T.) y la BJRM (República Ex-Yugoslava de Macedonia - Bivša Jugoslovenska Republika Makedonija, N. del T.), el tiempo de la separación está llegando de manera inminente. En Kosovo se mostró que los estándares no se pueden resolver antes del estátus, sino al revés. No veo por qué podría ser diferente en otras partes de los Balcanes.
Novi Reporter: Al contrario de la tesis normalmente aceptada de que los serbios y los croatas son los principales oponentes de Bosnia y Herzegovina, usted defiende la idea que son los bosníacos los que están destruyendo ByH. ¿En qué está basando semejante conclusión?
Kecmanović: Si se tiene un proyecto que importa mucho y no se puede realizar sin una colaboración voluntaria de dos socios que no están interesados, entonces la única manera comprensiva es intentar convencerlos, ganárselos. Los bosníacos quiénes, en el sentido de la integración estatal ByH y las posturas negativas a ésta expuestas por parte de los serbios y los croatas, se encuentran exactamente en semejante posición, están haciendo todo lo contrario. De sus socios, sobre todo de los serbios, pero también de los croatas, ininterrumpidamente siguen diciendo que son todos por igual criminales fascistoides y genocidas, empujándolos con ello cada vez más lejos de su proyecto. Es más, con ello ese proyecto, y desde el punto de vista de los bosníacos, va adquiriendo un carácter sado-masoquista, ya que quién invitaría en sus cinco sentidos bajo su techo a sus verdugos, asesinos, criminales. Buscaría más bien alejarse y separarse lo más posible de ellos. Ellos, simplemente, no aceptan una integración equitativa a la cuál se accedería por medio de un diálogo democrático, compromisos mutuos y concensos. Ellos quieren la centralización y la unificación, es decir su propia dominación nacional, la cuál les sería impuesta a los serbios y los croatas por medio de la comunidad internacional.
Novi Reporter: ¿Qué tan grande resulta ser el espacio de maniobra de los serbios y los croatas en esta concepción?
Kecmanović: El derecho de los vecinos de, como pueblos constitutivos, no aceptar un proyecto semejante, los bosníacos no lo entienden como el derecho de decidir por sí mismos su separación, sino exclusivamente como el derecho de hundir la cabeza o simplemente mudarse fuera de Bosnia. Para que los serbios y los croatas no se crearan ilusiones acerca de que semejante proyecto tal vez y no sea dañino para ellos, los bosníacos ya desde ahora se proclaman a sí mismos como el pueblo fundamental (de base), lo cuál quiere decir que los otros dos pueblos resultan ser no fundamentales, secundarios, inmigrados y minoritarios. Su lengua nacional, la cuál crearon al igual que su nombre como nación (bosníacos, N. del T.) en aquel entonces, no la llaman bosníaca, en analogía con la serbia y la croata, sino bosnia, para poderla ya desde el nombre mismo imponer como el idioma oficial del Estado. En la historiografía y las comunicaciones (publicística), ellos glorifícan la ocupación otomana como la época de oro y el período de la tolerancia hacia los cristianos, al mismo tiempo inventándose árboles genealógicos provenientes de la nobleza otomana (los begs, el turco para noble, N. del T.). Desde luego, todo ello provoca en los vecinos la memoria colectiva de la esclavitud de varios siglos y el yugo turco (otomán). Además, aún siguen viviéndo convencidos que, a diferencia de los serbios y los croatas, no llevan ninguna culpa sobre la aparición de la guerra, que durante la guerra fueron exclusivamente víctimas inocentes, que a sus vecinos los mataban exclusivamente en defensa propia, que su movimiento nacional no era chovinísta, que Izetbegović era líder de todos los bosnios y herzegovinos, que junto con él edificaban una sociedad democrática y defendían la tolerancia multiétnica, que a los muhaydines se los sembraron, que representan la personificación de los valores democráticos... Y que por todo ello son simplemente adorados por el Occidente.
Novi Reporter: ¿A quién se debe el que los bosníacos tengan tal imagen de sí mismos?
Kecmanović: Nada de ello tiene mucha conexión con la realidad, ni tampoco nadie lo puede creer por muy poco que esté familiarizado con estos temas, pero ello es una consecuencia lógica del locuaz adoctrinamiento sistemático, mediático y diplomático, que por años llevaron a cabo sobre ellos los centros del poder global. En medio del horror de la guerra civil, la cuál la fabricaron políticamente mayoritariamente ellos mismos, les decían que "Bosnia es la personificación del sueño europeo de la hermandad entre pueblos y los musulmanes los misioneros de la europeídad en los Balcanes" y otros sinsentidos seductores. Por un lado, eso fue así para inducirlos a que siguieran la guerra lo más posible, es decir, para mostrar que los aliados europeos eran incapaces de resolver los problemas en su propia casa sin la ayuda de la OTAN. Por el otro lado, para neutralizar las malas impresiones de la política global hacia el mundo musulmán en Palestina, Iraq, Sudán o Libia. Por otro más, para lograr una mejor integración de la inmigración musulmana de Turquía, el Magreb y el sudeste de Asia en Alemania, Francia y Gran Bretaña. Igualmente, para ganárse a los musulmanes de las ex-repúblicas soviéticas que ahora tocan las fronteras de Rusia. También, para que aquel 22% del territorio de ByH que finalmente controlarán los bosníacos no se impusiera el Al-Qaeda blanco. Nomás recuerden como desfilaban a través de Sarajevo, bajo las bombas, al inicio de los noventa, las estrellas mundiales del ambiente artístico, tales como Alain Finkelkraut, Joan Baez, Bono (el cantante de U2) y otros para hacerle caravanas al primer safa del SDA y la Unión Religiosa Islámica "por que defendían de manera heróica los derechos humanos, las libertades ciudadanas y los valores multi-multi-multi", mientras que los Juka, Caca, Ćela, Deda, Kruška, Puška y compañía, en uniformes del Ejército de ByH corrían a macanazos y cuchillazos a los últimos cristianos de la Ciudad Olímpica (de Sarajevo). Fue todo aquello un gran juego de mentiras entre el Occidente y el Oriente del más alto nivel, en el que ni unos ni los otros jamás creyeron de manera honesta, ya que por debajo de la mesa guardaban unos "El choque de civilizaciones" de Samuel Huntington y los otros la "Declaración islámica" de Alija Izetbegović. Sin embargo, los intereses de unos y de otros inducían a que por un tiempo ese juego de las apariencias mutuas no fuera interrumpido.
Novi Reporter: ¿Qué pasó cuando el juego perdió su impulso inicial?
Kecmanović: Como efecto de duración prolongada, quedó la automentira colectiva nacional de los bosníacos según la cuál ellos eran el ombligo del mundo al cuál de los cuatro lados del universo todos deben de hacerles caravanas y admirarlos y justificarlos y discuparlos. Unos por que no aceptaron aquel proyecto suyo, los otros por que, cuando no quedaba de otra, se opusieron a éste por la fuerza, los terceros por que no tomaron partido en el conflicto local de su lado, los cuartos por que no les ayudaron lo suficiente, los quintos por que tomaron cartas en el asunto demasiado tarde, los sextos... Y ellos solamente deben de repetir, inundados por un sentimiento de autocompasión y rabia, los inventos sobre sí mismos que les fueron, en realidad, metidos en la cabeza de manera muy hábil por otros, hace unos diez años, incapacitándolos con ello para comprender de manera realista tanto a ellos mismos como el mundo que los rodea. Ese mundo al cuál los conectan las bardas cantonales de sus entidades, y que en Bosnia se le llama el vecindario y en los dichos populares se le compara con la familia más cercana, es lo que representa su único entorno más inmediato. Y este no lo constituyen ni los saudís, ni los iraníes, como tampoco los norteamericanos o europeos, sino los serbios y los croatas. Únicamente con éstos pueden ponerse de acuerdo acerca de cualquier tipo de proyecto estatal longevo y estable, o separarse, esta vez de manera pacífica.
Novi Reporter: ¿No se contradice cuando deja la posibilidad de un acuerdo entre los bosníacos, serbios y croatas, a pesar de haber concluído anteriormente que la finalización de la creación de los Estados nacionales en los Balcanes es una tendencia imparable?
Kecmanović: Es un hecho el que sean las separaciones democráticas y no las integraciones impuestas, una tendencia mundial. Como un contrapeso a la globalización y la regionalización a las cuaáles, es verdad, las relativizan, cientos de pueblos minoritarios alrededor del mundo tocan a la ventanilla de la ONU para obtener el reconocimiento de su soberanía estatal y sin ningún tipo de compromiso rechazan cualquier otra solución. No conozco ni un solo ejemplo contrario de unificación estatal bilateral o trilateral, mientras que la UE no se ha mostrado capaz de conservar ni una sola de las federaciones post-comunistas. Sin embargo, para alcanzar una separación aceptable para todos, se necesita alcanzar un acuerdo para que las fronteras estén tranquilas y estables. Luego, siempre son posibles también terceras soluciones, al menos como transitorias y temporales. Habría que recordar que el SDA poco antes de las primeras elecciones libres tenía muy buenas colaboraciones con el SDS y el HDZ, que los partidos nacionales en una coalición informal ganaron esas elecciones de manera convincente, que se repartieron el poder sin problemas y que, finalmente, estaban ya a punto de alcanzar acuerdos sobre la organización de ByH según la fórmula "entera en tres partes". Fue entonces que empezaron las diferentes intervenciones de otros lados, después de las cuales los musulmanes, los serbios y los croatas, quiénes al mismo tiempo son bosnios y herzegovinos, nunca más volvieron a sentarse a la mesa para continuar por sí solos las platicas allí donde las interrumpieron por la guerra. Los bosníacos son, objetivamente visto, los más interesados en ello y sería lo natural que sus líderes fueran los iniciadores del diálogo sobre el consenso fundamental de los tres pueblos, ya que son éstos temas en el parlamento común, en la presidencia y en el consejo de ministros, cuestiones actuales, técnicas y planteadas. Sin embargo, los bosníacos no lo hacen.
Novi Reporter: ¿Cuál es el sentido de esta compra del tiempo?
Kecmanović: He escuchado de ciertos individuos diferentes explicaciones: que se espera que los serbios se muden paulatinamente a Serbia, de la misma manera que los croatas en un porcentaje importante ya se mudaron a Croacia, que se espera una segunda parte de enfrentamientos a la que los bosníacos entrarían más preparados y eficaces, que se espera que la causa nacional bosníaca la retomen tarde o temprano los militantes musulmanes fanáticos religiosos, que son cada vez más presentes y más ruidosos. Desde luego, mis interlocutores se horrorizan ante esta última solución, ya que ésta no los llevaría a Europa sino a "Africa" o "Asia". Sin embargo, no se les ocurre que habría que regresarse a la cuestión fundamental: ¿quieren los tres pueblos realmente vivir en un mismo Estado? Si sí quieren, entonces ¿bajo qué condiciones y de qué manera? Para lograr mantener a sus vecinos a fuerza en cualquier tipo de Estado, ellos rechazan sus atributos básicos democráticos y, por ende, no tienen ni un Estado ni la democracia, sino un protectorado. Por esto mismo decía yo que son los bosníacos los que andan destruyendo Bosnia y hasta de manera mucho más eficaz que los serbios y los croatas. Los extranjeros en ByH muy seguido hacen referencia a los ejemplos de Suecia o Bélgica, como prueba de que son posibles los Estados multinacionales. Los pueblos en Suecia y en Bélgica primero quisieron vivir juntos y entonces, sobre esa base, durante siglos construyeron de manera espontánea, desde abajo, los mecanismos de la equidad. Pero, en ByH no nada más que no existía semejante disposición, sino que los tres pueblos por ello mismo estuvieron en una guerra sangrienta, para que les fuera, al final, impuesto ese modelo desde afuera. La comunidad internacional, ya años, paso a paso, está transformando a ByH en dirección de un Estado centralizado, pero ello tampoco ha dado los resultados deseados. En lugar de cambiar la terapia y traspasar mayores responsabilidades a los cantónes y las entidades, es decir, introducir una tercera entidad y relajar las relaciones entre los pueblos, ellos han estado solamente aumentando la dosis de la medicina a todas luces equivocada. La unificación del Ejército y la policía, el cambio de la constitución y la disminución del poder en las entidades deberían de ser el golpe final. Sin embargo, ello no solamente no sanará al Estado, sino que el paciente morirá a raíz de la sobredosis en el momento en el que los terapéutas extranjeros abandonen ByH. Si los serbios, croatas y los bosníacos no habían encontrado antes de la guerra un modo de vida en conjunto, si por ello mismo pasaron tres años y medio luchando entre ellos y si, ni siquiera durante los diez años de paz, han intentado ponerse solos de acuerdo acerca de algún tipo de compromiso, entonces todo indica que de ByH como Estado no hay nada. No existe tal democracia capaz de mantener bajo el mismo techo a pueblos que no desean eso. Eso se puede hacer únicamente por medio de la fuerza, sea que se llame ocupación, colonización o protectorado. Algunos analistas occidentales ya bautizaron, con razón, el régimen del OHR en ByH "la última dictadura en Europa". Todo ello fue ya visto en Bosnia y ésta realmente no ha existido de otra manera durante la última mitad del siglo sino como "la cárcel de los pueblos". Y cuando, durante la historia, sucedía una cambio de carcelero, entonces los bosnios y los herzegovinos, igual que la última vez, se agarraban del cuello unos alos otros según la lógica de la nacionalidad y la religión.
Novi Reporter: ¿Viaja alguna vez a Sarajevo? ¿Sigue los medios de comunicación de Sarajevo? ¿Qué tipo de reacciones a sus análisis políticos le llegan a usted desde Sarajevo?
Kecmanović: Regularmente sigo su prensa semanal y ocasionalmente la diaria y la televisión. Mis presentaciones públicas son, parcialmente, mi reacción a tales informaciones. Las reacciones a mis reacciones son pausadas y maliciosas, ya que nuestros vecinos están acostumbrados a verse a través de aquel espejito mágico del cuento conocido y yo los hago recordar algunas verdades incómodas. Además, ni en Banja Luka, ni en Belgrado muestran demasiado interés para el escenario político en la otra entidad, donde se encuentran, de hecho, las instituciones comunes, de manera que a veces pareciera que soy yo el único que les está echando a perder esa imágen mejorada de sí mismos. Los encuentros relativamente seguidos con los conocidos, amigos y compañeros, bosníacos de Sarajevo, son algo completamente diferente, ya que a pesar de grandes desencuentros y discusiones infinitas, ellos saben muy bien qué fue lo que pude decir o escribir realmente y qué fue sacado de contexto, callado o simplemente inventado. De cualquier manera, saben que ni soy responsable de los problemas en los que se metió Bosnia, como tampoco estoy malintencionado contra los bosníacos. Al contrario, ese es el ambiente en que viví y ellos son las personas con las que conviví casi medio siglo, de manera que no puedo ser indiferente, como tampoco soy ignorante de la situación, además de que la investigación política es objeto de mis intereses profesionales. Mucho de lo que concluyo como analista no me hace feliz como ser humano por lo que no estaría nada triste si resulta que estaba equivocado.
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Novi Reporter: ¿Por qué habrían de comportarse de manera diferente si no existe una autoridad que pudiera sancionar su actuar basado en voluntad propia?
Kecmanović: El trato basado en maneras violentas no es bueno ni para la UE, ni para los EUA, ni para el sistema internacional, ya que provoca en el otro lado un exceso de humillación y sentimiento que temprano o tarde puede explotar en desencadenamientos asesino-suicidas de odio. El terrorismo islámico en el mundo habría que observarlo igualmente con ese sentido político internacional, y no únicamente en el sentido religioso fundamentalista. Probablemente semejantes analogías resultan irreales en el caso de esta generación de los serbios bosnios, que cansada y exhausta por la guerra civil pasada ha gastado sus energías rebeldes, pero los Estados no se crean para uso temporal. Van madurando las generaciones que crecieron en la guerra y que no ven en los bosnios y herzegovinos de otras nacionalidades a ex-vecinos, como es el caso entre la gente de mi edad, sino enemigos que les asesinaron al padre, violaron a la hermana, hirieron al hermano, quemaron la casa; y en la comunidad internacional al enemigo que les impuso una paz injusta.
Novi Reporter: ¿Podría funcionar la estructura basada en dos entidades de ByH en el territorio de Kosovo?
Kecmanović: Yo no concuerdo con la aplicación del modelo de Bosnia en Kosovo, sino con la aplicación del modelo kosovar en Bosnia. En otras palabras, apoyo la separación tanto de Kosovo como de la República Srpska, y no el que la entidad permanezca dentro de ByH en el segundo caso, o en forma de provincia dentro de Serbia, en el primero. Y lo anterior no por que personalmente prefiera esta solución, sino por que la considero inminente. Si lo vemos de manera racional, las uniones estatales mayores suponen muchas ventajas económicas y otras. Sin importar el grado de su heterogeneidad nacional, en principio, siempre se pueden encontrar soluciones que satisfagan a todos. ¿Acaso no carecían de sentido igualmente los anteriores divorcios entre los YU-Estados, con un decisión paralela de todos los nuevos paisítos de volverse a encontrar todos juntos dentro de la UE? Sin embargo, la democracia inició el desborde de soberanías fragmentadas en el mundo post-comunista y la comunidad internacional no ha encontrado medios diplomáticos para poderlo parar. En Kosovo y en la (República) Srpska las cosas están ya prácticamente listas. Existen concentraciones nacionales con 90% de participación en el número total de habitantes, en territorios claramente separados. Existe un ambiente plebiscitario de los pueblos que favorece la separación. Existe un derecho democrático de decidir voluntariamente la separación. Lo único que falta es institucionalizar lo que ya existe.
Novi Reporter: ¿Reconoce entre los líderes de Serbia la determinación para contribuír a semejante resolución?
Kecmanović: Cuando se habla de Kosovo, me parece que los políticos en Belgrado están, y no un poco nada más, bloqueados emocional y psicológicamente. Y no es para sorprenderse. Las generaciones de sus antecesores siempre encontraron soluciones más o menos efectivas para la provincia meridional. Lugo, a ese territorio está ligada la historia nacional, y además, la tradición ortodoxa... Me parece que para ellos la idea del "trueque" de la República Srpska por Kosovo sí resulta racionalmente aceptable, pero no les es subjetivamente lo suficientemente cercana. Finalmente, todos ellos nacieron o crecieron en Serbia, cuya parte la constituye Kosovo, mientras que la RS es algo recién creado, localizado allá al otro lado del (río) Drina. Alguien podría decir que mis limitaciones van en sentido opuesto, pero yo considero de manera completamente fundamental el que se tenga que terminar el proceso de la formación de los Estados nacionales en los Balcanes. Se deshizo primero el bloque del Este sobre los zurcos de los Estados nacionales. Se deshicieron posteriormente las tres federaciones socialistas formando unos veinte Estados nacionales. En estos momentos, ese proceso inminentemente está tocando a la puerta de los Estados multinacionales en los Balcanes Occidentales. A pesar de las intenciones de la comunidad internacional de resguardar al menos las fronteras externas formales de ByH, SCG (Serbia-Montenegro, N. del T.) y la BJRM (República Ex-Yugoslava de Macedonia - Bivša Jugoslovenska Republika Makedonija, N. del T.), el tiempo de la separación está llegando de manera inminente. En Kosovo se mostró que los estándares no se pueden resolver antes del estátus, sino al revés. No veo por qué podría ser diferente en otras partes de los Balcanes.
Novi Reporter: Al contrario de la tesis normalmente aceptada de que los serbios y los croatas son los principales oponentes de Bosnia y Herzegovina, usted defiende la idea que son los bosníacos los que están destruyendo ByH. ¿En qué está basando semejante conclusión?
Kecmanović: Si se tiene un proyecto que importa mucho y no se puede realizar sin una colaboración voluntaria de dos socios que no están interesados, entonces la única manera comprensiva es intentar convencerlos, ganárselos. Los bosníacos quiénes, en el sentido de la integración estatal ByH y las posturas negativas a ésta expuestas por parte de los serbios y los croatas, se encuentran exactamente en semejante posición, están haciendo todo lo contrario. De sus socios, sobre todo de los serbios, pero también de los croatas, ininterrumpidamente siguen diciendo que son todos por igual criminales fascistoides y genocidas, empujándolos con ello cada vez más lejos de su proyecto. Es más, con ello ese proyecto, y desde el punto de vista de los bosníacos, va adquiriendo un carácter sado-masoquista, ya que quién invitaría en sus cinco sentidos bajo su techo a sus verdugos, asesinos, criminales. Buscaría más bien alejarse y separarse lo más posible de ellos. Ellos, simplemente, no aceptan una integración equitativa a la cuál se accedería por medio de un diálogo democrático, compromisos mutuos y concensos. Ellos quieren la centralización y la unificación, es decir su propia dominación nacional, la cuál les sería impuesta a los serbios y los croatas por medio de la comunidad internacional.
Novi Reporter: ¿Qué tan grande resulta ser el espacio de maniobra de los serbios y los croatas en esta concepción?
Kecmanović: El derecho de los vecinos de, como pueblos constitutivos, no aceptar un proyecto semejante, los bosníacos no lo entienden como el derecho de decidir por sí mismos su separación, sino exclusivamente como el derecho de hundir la cabeza o simplemente mudarse fuera de Bosnia. Para que los serbios y los croatas no se crearan ilusiones acerca de que semejante proyecto tal vez y no sea dañino para ellos, los bosníacos ya desde ahora se proclaman a sí mismos como el pueblo fundamental (de base), lo cuál quiere decir que los otros dos pueblos resultan ser no fundamentales, secundarios, inmigrados y minoritarios. Su lengua nacional, la cuál crearon al igual que su nombre como nación (bosníacos, N. del T.) en aquel entonces, no la llaman bosníaca, en analogía con la serbia y la croata, sino bosnia, para poderla ya desde el nombre mismo imponer como el idioma oficial del Estado. En la historiografía y las comunicaciones (publicística), ellos glorifícan la ocupación otomana como la época de oro y el período de la tolerancia hacia los cristianos, al mismo tiempo inventándose árboles genealógicos provenientes de la nobleza otomana (los begs, el turco para noble, N. del T.). Desde luego, todo ello provoca en los vecinos la memoria colectiva de la esclavitud de varios siglos y el yugo turco (otomán). Además, aún siguen viviéndo convencidos que, a diferencia de los serbios y los croatas, no llevan ninguna culpa sobre la aparición de la guerra, que durante la guerra fueron exclusivamente víctimas inocentes, que a sus vecinos los mataban exclusivamente en defensa propia, que su movimiento nacional no era chovinísta, que Izetbegović era líder de todos los bosnios y herzegovinos, que junto con él edificaban una sociedad democrática y defendían la tolerancia multiétnica, que a los muhaydines se los sembraron, que representan la personificación de los valores democráticos... Y que por todo ello son simplemente adorados por el Occidente.
Novi Reporter: ¿A quién se debe el que los bosníacos tengan tal imagen de sí mismos?
Kecmanović: Nada de ello tiene mucha conexión con la realidad, ni tampoco nadie lo puede creer por muy poco que esté familiarizado con estos temas, pero ello es una consecuencia lógica del locuaz adoctrinamiento sistemático, mediático y diplomático, que por años llevaron a cabo sobre ellos los centros del poder global. En medio del horror de la guerra civil, la cuál la fabricaron políticamente mayoritariamente ellos mismos, les decían que "Bosnia es la personificación del sueño europeo de la hermandad entre pueblos y los musulmanes los misioneros de la europeídad en los Balcanes" y otros sinsentidos seductores. Por un lado, eso fue así para inducirlos a que siguieran la guerra lo más posible, es decir, para mostrar que los aliados europeos eran incapaces de resolver los problemas en su propia casa sin la ayuda de la OTAN. Por el otro lado, para neutralizar las malas impresiones de la política global hacia el mundo musulmán en Palestina, Iraq, Sudán o Libia. Por otro más, para lograr una mejor integración de la inmigración musulmana de Turquía, el Magreb y el sudeste de Asia en Alemania, Francia y Gran Bretaña. Igualmente, para ganárse a los musulmanes de las ex-repúblicas soviéticas que ahora tocan las fronteras de Rusia. También, para que aquel 22% del territorio de ByH que finalmente controlarán los bosníacos no se impusiera el Al-Qaeda blanco. Nomás recuerden como desfilaban a través de Sarajevo, bajo las bombas, al inicio de los noventa, las estrellas mundiales del ambiente artístico, tales como Alain Finkelkraut, Joan Baez, Bono (el cantante de U2) y otros para hacerle caravanas al primer safa del SDA y la Unión Religiosa Islámica "por que defendían de manera heróica los derechos humanos, las libertades ciudadanas y los valores multi-multi-multi", mientras que los Juka, Caca, Ćela, Deda, Kruška, Puška y compañía, en uniformes del Ejército de ByH corrían a macanazos y cuchillazos a los últimos cristianos de la Ciudad Olímpica (de Sarajevo). Fue todo aquello un gran juego de mentiras entre el Occidente y el Oriente del más alto nivel, en el que ni unos ni los otros jamás creyeron de manera honesta, ya que por debajo de la mesa guardaban unos "El choque de civilizaciones" de Samuel Huntington y los otros la "Declaración islámica" de Alija Izetbegović. Sin embargo, los intereses de unos y de otros inducían a que por un tiempo ese juego de las apariencias mutuas no fuera interrumpido.
Novi Reporter: ¿Qué pasó cuando el juego perdió su impulso inicial?
Kecmanović: Como efecto de duración prolongada, quedó la automentira colectiva nacional de los bosníacos según la cuál ellos eran el ombligo del mundo al cuál de los cuatro lados del universo todos deben de hacerles caravanas y admirarlos y justificarlos y discuparlos. Unos por que no aceptaron aquel proyecto suyo, los otros por que, cuando no quedaba de otra, se opusieron a éste por la fuerza, los terceros por que no tomaron partido en el conflicto local de su lado, los cuartos por que no les ayudaron lo suficiente, los quintos por que tomaron cartas en el asunto demasiado tarde, los sextos... Y ellos solamente deben de repetir, inundados por un sentimiento de autocompasión y rabia, los inventos sobre sí mismos que les fueron, en realidad, metidos en la cabeza de manera muy hábil por otros, hace unos diez años, incapacitándolos con ello para comprender de manera realista tanto a ellos mismos como el mundo que los rodea. Ese mundo al cuál los conectan las bardas cantonales de sus entidades, y que en Bosnia se le llama el vecindario y en los dichos populares se le compara con la familia más cercana, es lo que representa su único entorno más inmediato. Y este no lo constituyen ni los saudís, ni los iraníes, como tampoco los norteamericanos o europeos, sino los serbios y los croatas. Únicamente con éstos pueden ponerse de acuerdo acerca de cualquier tipo de proyecto estatal longevo y estable, o separarse, esta vez de manera pacífica.
Novi Reporter: ¿No se contradice cuando deja la posibilidad de un acuerdo entre los bosníacos, serbios y croatas, a pesar de haber concluído anteriormente que la finalización de la creación de los Estados nacionales en los Balcanes es una tendencia imparable?
Kecmanović: Es un hecho el que sean las separaciones democráticas y no las integraciones impuestas, una tendencia mundial. Como un contrapeso a la globalización y la regionalización a las cuaáles, es verdad, las relativizan, cientos de pueblos minoritarios alrededor del mundo tocan a la ventanilla de la ONU para obtener el reconocimiento de su soberanía estatal y sin ningún tipo de compromiso rechazan cualquier otra solución. No conozco ni un solo ejemplo contrario de unificación estatal bilateral o trilateral, mientras que la UE no se ha mostrado capaz de conservar ni una sola de las federaciones post-comunistas. Sin embargo, para alcanzar una separación aceptable para todos, se necesita alcanzar un acuerdo para que las fronteras estén tranquilas y estables. Luego, siempre son posibles también terceras soluciones, al menos como transitorias y temporales. Habría que recordar que el SDA poco antes de las primeras elecciones libres tenía muy buenas colaboraciones con el SDS y el HDZ, que los partidos nacionales en una coalición informal ganaron esas elecciones de manera convincente, que se repartieron el poder sin problemas y que, finalmente, estaban ya a punto de alcanzar acuerdos sobre la organización de ByH según la fórmula "entera en tres partes". Fue entonces que empezaron las diferentes intervenciones de otros lados, después de las cuales los musulmanes, los serbios y los croatas, quiénes al mismo tiempo son bosnios y herzegovinos, nunca más volvieron a sentarse a la mesa para continuar por sí solos las platicas allí donde las interrumpieron por la guerra. Los bosníacos son, objetivamente visto, los más interesados en ello y sería lo natural que sus líderes fueran los iniciadores del diálogo sobre el consenso fundamental de los tres pueblos, ya que son éstos temas en el parlamento común, en la presidencia y en el consejo de ministros, cuestiones actuales, técnicas y planteadas. Sin embargo, los bosníacos no lo hacen.
Novi Reporter: ¿Cuál es el sentido de esta compra del tiempo?
Kecmanović: He escuchado de ciertos individuos diferentes explicaciones: que se espera que los serbios se muden paulatinamente a Serbia, de la misma manera que los croatas en un porcentaje importante ya se mudaron a Croacia, que se espera una segunda parte de enfrentamientos a la que los bosníacos entrarían más preparados y eficaces, que se espera que la causa nacional bosníaca la retomen tarde o temprano los militantes musulmanes fanáticos religiosos, que son cada vez más presentes y más ruidosos. Desde luego, mis interlocutores se horrorizan ante esta última solución, ya que ésta no los llevaría a Europa sino a "Africa" o "Asia". Sin embargo, no se les ocurre que habría que regresarse a la cuestión fundamental: ¿quieren los tres pueblos realmente vivir en un mismo Estado? Si sí quieren, entonces ¿bajo qué condiciones y de qué manera? Para lograr mantener a sus vecinos a fuerza en cualquier tipo de Estado, ellos rechazan sus atributos básicos democráticos y, por ende, no tienen ni un Estado ni la democracia, sino un protectorado. Por esto mismo decía yo que son los bosníacos los que andan destruyendo Bosnia y hasta de manera mucho más eficaz que los serbios y los croatas. Los extranjeros en ByH muy seguido hacen referencia a los ejemplos de Suecia o Bélgica, como prueba de que son posibles los Estados multinacionales. Los pueblos en Suecia y en Bélgica primero quisieron vivir juntos y entonces, sobre esa base, durante siglos construyeron de manera espontánea, desde abajo, los mecanismos de la equidad. Pero, en ByH no nada más que no existía semejante disposición, sino que los tres pueblos por ello mismo estuvieron en una guerra sangrienta, para que les fuera, al final, impuesto ese modelo desde afuera. La comunidad internacional, ya años, paso a paso, está transformando a ByH en dirección de un Estado centralizado, pero ello tampoco ha dado los resultados deseados. En lugar de cambiar la terapia y traspasar mayores responsabilidades a los cantónes y las entidades, es decir, introducir una tercera entidad y relajar las relaciones entre los pueblos, ellos han estado solamente aumentando la dosis de la medicina a todas luces equivocada. La unificación del Ejército y la policía, el cambio de la constitución y la disminución del poder en las entidades deberían de ser el golpe final. Sin embargo, ello no solamente no sanará al Estado, sino que el paciente morirá a raíz de la sobredosis en el momento en el que los terapéutas extranjeros abandonen ByH. Si los serbios, croatas y los bosníacos no habían encontrado antes de la guerra un modo de vida en conjunto, si por ello mismo pasaron tres años y medio luchando entre ellos y si, ni siquiera durante los diez años de paz, han intentado ponerse solos de acuerdo acerca de algún tipo de compromiso, entonces todo indica que de ByH como Estado no hay nada. No existe tal democracia capaz de mantener bajo el mismo techo a pueblos que no desean eso. Eso se puede hacer únicamente por medio de la fuerza, sea que se llame ocupación, colonización o protectorado. Algunos analistas occidentales ya bautizaron, con razón, el régimen del OHR en ByH "la última dictadura en Europa". Todo ello fue ya visto en Bosnia y ésta realmente no ha existido de otra manera durante la última mitad del siglo sino como "la cárcel de los pueblos". Y cuando, durante la historia, sucedía una cambio de carcelero, entonces los bosnios y los herzegovinos, igual que la última vez, se agarraban del cuello unos alos otros según la lógica de la nacionalidad y la religión.
Novi Reporter: ¿Viaja alguna vez a Sarajevo? ¿Sigue los medios de comunicación de Sarajevo? ¿Qué tipo de reacciones a sus análisis políticos le llegan a usted desde Sarajevo?
Kecmanović: Regularmente sigo su prensa semanal y ocasionalmente la diaria y la televisión. Mis presentaciones públicas son, parcialmente, mi reacción a tales informaciones. Las reacciones a mis reacciones son pausadas y maliciosas, ya que nuestros vecinos están acostumbrados a verse a través de aquel espejito mágico del cuento conocido y yo los hago recordar algunas verdades incómodas. Además, ni en Banja Luka, ni en Belgrado muestran demasiado interés para el escenario político en la otra entidad, donde se encuentran, de hecho, las instituciones comunes, de manera que a veces pareciera que soy yo el único que les está echando a perder esa imágen mejorada de sí mismos. Los encuentros relativamente seguidos con los conocidos, amigos y compañeros, bosníacos de Sarajevo, son algo completamente diferente, ya que a pesar de grandes desencuentros y discusiones infinitas, ellos saben muy bien qué fue lo que pude decir o escribir realmente y qué fue sacado de contexto, callado o simplemente inventado. De cualquier manera, saben que ni soy responsable de los problemas en los que se metió Bosnia, como tampoco estoy malintencionado contra los bosníacos. Al contrario, ese es el ambiente en que viví y ellos son las personas con las que conviví casi medio siglo, de manera que no puedo ser indiferente, como tampoco soy ignorante de la situación, además de que la investigación política es objeto de mis intereses profesionales. Mucho de lo que concluyo como analista no me hace feliz como ser humano por lo que no estaría nada triste si resulta que estaba equivocado.
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