De la reunión de los ministros del exterior de la UE

El 27 de febrero pasado se reunieron los ministros del exterior de los países miembros de la Unión Europea. En resumen, el verdicto final fue presionar a Serbia-Montenegro para entregar a Ratko Mladić al más tardar antes del inicio de la segunda parte deplaticas que deberán tomar lugar el 5 de abril próximo, amenazando al gobierno de Belgrado con la suspensión de las platicas de la anexión. Los secretarios europeos se jactaron del enorme poder (re)descubierto de inducir a países que no piensan como ellos y que no siguen sus normas a "mejorar" y "prosperar", simplemente prometiéndoles un mejor mañana que vendría supuestamente al incluírlos a su organización. Por el otro lado, igualmente insistieron que no era prudente ejercer aún mayor presión sobre Serbia y suspender inmediatamente y de manera indefinida las platicas (o peor aún, de plano cancelarlas), ya que ello fortalecería a la derecha ultranacionalista local que presionaría por abandonar el camino europeo y proteger a su "héroe nacional" que es el ex-general prófugo de la justicia internacional.

Todo ello ocurría de hecho, en medio de una intensa desinformación del paradero de Mladić que aparecía y desaparecía de las manos de las autoridades serbias una y otra vez, dependiendo de quién filtraba la noticia. Los últimos rumores apuntaban a unas negociaciones fallidas para conseguir que el ex-general se entregara voluntariamente a las manos verdugas de La Haya, a cambio de algunas decenas de millones de dólares que nadie estaba dispuesto a dar.

Y mientras el gobierno de Serbia lidia simultáneamente cuál malavarista entre las sanciones y la relación de amor y odio a manera del palo y la zanahoria con la UE, intenta con todas sus fuerzas mantener a Kosovo dentro de su territorio y observa la ya casi irremediable separación de Montenegro de la unidad estatal, sigo al pendiente desde el nevado valle del Ruhr.

Chau!